Rojo Puro Infierno

Capítulo 40

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Axel

Mis piernas se paralizan en la entrada de la habitación.

Observo de nuevo el rostro magullado de la persona en la camilla y paso mi vista por las máquinas a las que se encuentra conectada.

⸺ Cameron⸺ susurra Jane a mis espaldas sacándome del trance⸺ ¿Qué... qué has dicho?

⸺ Ella es mi... ⸺ las palabras se me atragantan y siento un fuerte pinchazo en la sien.

⸺ Ey, tranquilo...

Jane me arrastra fuera de la habitación y me lleva hasta los servicios sentándome en la taza del váter. Toma mis manos entre las suyas y se arrodilla para ver mi aspecto, aunque rehúyo su mirada.

Mi madre no está muerta, ni en manos de secuestradores, está completamente sola y herida a unas habitaciones de mí ¿Por qué tengo esta reacción?

Una parte de mí pensaba que no volvería a verla jamás, que se la habían llevado para siempre y ella no había puesto resistencia, puesto que lo único que quería era morir.

¿No debería estar dando saltos de alegría?

Está viva y cerca de mí, pero no creo que esté aquí por accidente. ¿Y si me estaba buscando? ¿Y si alguien la secuestró para hacerme daño? Esa ha sido mi mayor duda desde que me avisaron sobre su desaparición. Y, por más que contraté a investigadores para que la encontraran y pusieran a salvo, nadie dio con ella. ¿Por qué me siento tan mal?

Al parecer, pienso en voz alta, puesto que Jane responde:

⸺ Te sientes culpable de que esté en ese estado, Ax, pero no es tu culpa. No sabemos si ella se marchó por voluntad propia, si la secuestraron o...

⸺ Había intentado suicidarse, Jane. Horas antes del secuestro o la huida, ella...

Mis pulmones se cierran al comprender la gravedad del asunto.

He estado tan enfrascado en la misión todos estos meses, que no me he dado cuenta de que he dejado sola a mí madre sabiendo que podrían haber estado dañándola.

⸺ No puedo... ⸺ digo a duras penas⸺ respirar.

⸺ Claro que puedes, mírame, Axel⸺ demanda Jane con voz fuerte, tomando mi barbilla⸺. Respira conmigo y responde a esto ¿Bien? ¿Cuánto es dos por cuatro?

⸺ Ocho⸺ cierro los ojos inconscientemente haciendo que Jane tenga que darme unos empujoncitos para que vuelva a abrirlos.

⸺ ¿Ocho por ocho?

⸺ Sesenta y cuatro

⸺ ¿Dieciséis por ocho?

⸺ Ciento veintiocho

⸺ ¿Ciento veintiocho por ocho?

⸺ Mil veinticuatro⸺ digo sintiendo como mi respiración se va calmando.

Y de esta forma, a base de un examen de matemáticas, Jane logra calmarme.

Finalmente, Jane me abraza por los hombros y acaricia mi cuero cabelludo con los dedos.