2. La regla de oro está hecha para romperse

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Capítulo 2

La regla de oro está hecha para romperse

"Me gustaría sintetizar la imagen de un chico perfecto"

-Superfruit; Guy.exe

En el edificio de periodismo, específicamente en el piso -1, se encontraba la bodega de difusión que la Universidad había cedido para la estación de radio Haven Station. Uno de los mayores secretos que la Universidad tenía guardado.

La radio había sido un proyecto banal que JiSung y Chan habían decidido realizar para poder difundir un poco de la música que hacían- jugar un poco con los ritmos y generar estaciones largas de musicalización con el fin de acompañar a los estudiantes que se quedaban en vela con sus estudios.

Chan propuso la idea a la administración de la Universidad, y que el discurso del hombre haya sido bajo la consigna de poder unificar el campus universitario de todas las carreras dio puntos extras.

A veces trabajaban los dos en la estación de ocho horas nocturnas; otras veces, algunos días de la semana, uno se quedaba a cargo. Quedarse en vela toda la noche para trabajar en la radio era un gran sacrificio, pero al nivelarse con los estudios y la vida social, todo parecía vale la pena.

—Oh, apareciste. —JiSung comentó al llegar después de sus clases del lunes. Había llegado a la bodega y dejó su mochila en el sofá cama. —¿Qué pasó ayer?, parece que se pusieron de acuerdo para no contestar mis mensajes de textos en todo el fin de semana.

—Me quedé en casa de SeongJin todo el finde —contestó Chan, con su concentración pegada a su computador. Al no recibir respuesta por parte de JiSung, se giró para verlo antes de exhalar—. No malpienses. La mamá de SeongJin se cayó y pasaron la noche en el hospital, así que me quedé con a HyukJae.

—¿Y se te murió el teléfono?

—Me morí yo. Estaba bastante cansado —al terminar de hablar, Chan lanzó un prominente bostezo—. Lo siento. Me quedaré yo esta noche. Ayer te escuché, estuvo divertido.

—¿Ah, sí? —JiSung se sentó en el sofá con una sonrisa. —¿Qué te pareció mi relato del viaje del niño con el dragón a la casa de su tío?

—Brillante. Incluso a HyukJae le gustó.

—Genial, porque mi maestro de teoría literaria me colocó apenas 73 de 100 en esa tarea.

A pesar de que Chan rio por eso, él volvió a lanzar un bostezo.

—Conocí a un acosador el viernes—contó JiSung—, se llama Lee Felix.

—Me suena, ¿no era de tu clase transversal de ciencias sociales?

—Ese mero.

JiSung lo observó por un momento. Su amigo tenía la espalda encorvada por el trabajo en la computadora; su piel perdía el color a medida que los días pasaban; y por el rendimiento académico que a JiSung le concernía, Cupido sabía que a Chan necesitaba algo.

—¿No quieres que te busque alguien? —preguntó.

No era la primera vez que se lo preguntaba- de hecho, cada vez que JiSung veía a Chan en estado lacónico, siempre salía la pregunta. Le preocupaba que su amigo centrara toda su vida en su pequeño hijo de cuatro años en vez de equilibrarla con su vida personal.

Nah —contestó con tranquilidad—. Estoy bien así.

—Lo digo porque me preocupo.

—Lo sé, pero está bien. —Con cuidado, Chan se estiró para girar en su silla hacia JiSung. —¿Conoces a Park JiHyo?, ¿de contabilidad?

Un Amor para Cupido; MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora