Un Amor para Cupido; Minsung

37. Nace una estrella

Capítulo 37

Nace una estrella

Te comportas de acuerdo con lo que te dicta cada momento,

Y esta inconstancia no es algo heroico,

Es más bien algo enfermo.

No quiero soñar mil veces las mismas cosas,

Ni contemplarlas sabiamente.

Quiero que me trates suavemente.

Trátame suavemente; Soda Stereo.

—No sé si tienes un problema en captar indirectas, pero que la universidad cierre para las vacaciones es una clara señal de que no quiero verte.

—Pero- JeongInnie, soy tu mejor cliente.

—¿Te lo dices todas las mañanas para mejorar tu autoestima? ¡Ja, ja!

JiSung ni siquiera dijo algo, solo esbozó una sarcástica sonrisa y continuó con su trabajo.

Estaba en su almuerzo de horario, aquel que los trabajadores de la editorial cedían a JiSung para que trabajara con la lectura de un libro juvenil que una chica adolescente con aspiraciones de escritora había hecho entre un fanfiction de Jeon JungKook y Kim TaeHyung de BTS. Era un libro demasiado malo, desde el punto de vista de JiSung, así que lo leía como si fuera de sus fanfictions favoritos en Archive For Our Own para hacer la lectura más amena.

Lo único bueno de su pasantía era que quedaba sobre una cafetería de ejecutivos, aquel donde JeongIn trabajaba en las vacaciones de verano. Aunque las cosas en la cafetería fuesen costosas, no había nada más económico que vivir de agua saborizada para no ser echado del lugar.

—¡Dios! ¡Qué lejos es este lugar! —Con total sutileza y disimulo, Felix entró a la cafetería de ejecutivos—. Ah, ¡JeongInnie! Dame un menú de almuerzo- tengo un descuento con mi tarjeta de crédito.

JeongIn colocó sus ojos en blanco y dejó la mesa al tiempo que Felix se derrumbaba frente a JiSung, agotado.

—Estoy trabajando en algo grande —Felix contó a JiSung, mientras sacaba su laptop de su mochila y comenzó a teclear—. ¿Sabes cuántas cartas de recomendación he necesitado? ¡Y un currículum! ¡Currículum!

—¿Qué demonios haces? —le preguntó JiSung.

—Secreto. Solo lo contaré si es que funciona.

—Oh- no me digas que te vas del país.

—¿Con el dinero de quién? ¡Solo es una oportunidad laboral! Mi mamá me dijo que no tendría muchas porque, a pesar de tener nacionalidad coreana, también tengo una australiana, y los coreanos son bastante xenofóbicos en ámbitos laborales. —Unos ancianos carraspearon tras ellos—. Como sea, ¿para qué me citaste y por qué esto no pudo ser una llamada?

—¡Hay que ver lo de Cupido!

—Oh, no...

—Vamos. —JiSung apartó por un instante el borrador anillado para enfatizar en el tema—. Seo SooJin no estuvo muy mal, ¿eh? Coincidiste bien.

—Pero no lo aprobaste.

—... Sí, era un tema distinto.

—¿De qué sirve tenerte como Cupido si no aceptarás mis propuestas?

—Mira, podemos hacer un repaso antes de escoger a la persona para ti —prometió JiSung—. Y, a causa de eso, quiero saltarme a Song HaYoung con Ju YeonHo para ir directamente a... Kim MinJu.