Un Amor para Cupido; Minsung

13. Un romance para alguien

Capítulo 13

Un romance para alguien

"Look at you, strawberry blond,

Fields rolling on.

I love it when you call my name."

Strawberry Blond; Mitski

El caos dentro de la semana a priori in mortem, distintos puntos de la universidad fueron utilizados de forma indulgente cuando, en tradición de los últimos años, cedieron los horarios académicos como libertad y estudio autónomo, todo con el fin para completar trabajos, realizar presentaciones, terminar unidades de estudio, confeccionar trajes, presentaciones para el público, y distintas variaciones más que, en la tragedia de la vida universitaria, conllevaba a altas dosis de estrés.

En especial cuando la semana de examenes caía justo con navidad y año nuevo.

—Esto es absolutamente irrisorio. Es demasiada la carga académica, y creo que no viviré este semestre para contarlo —se quejó Yena en voz baja, ubicada en uno de los asientos de la biblioteca—. Tal vez me dé un colon irritable o algo así.

—Creo que se me cae el pelo —MiJoo comentó, a su lado, mientras bebía un jugo en caja—. En la mañana encontré un pelón y... ugh.

MiJoo pasó su mano por su cabello, y un gran mechón se desprendió.

—¡Ah! —Yena y JungWoo chillaron.

—¡Shhh...! —Desde la otra mesa, Seo SooJin, Choi SooBin y Jeon SoYeon estudiaban por su propios lados.

—No puedo creer que ese tipo de gente esté también en la biblioteca —comentó SooJin, en voz baja—. Tan vulgar. Esa mala costumbre de la gente pobre con hablar fuerte- o sea, tu bolsillo no te da derecho a opinar. ¿Qué te hace creer que con tus gritos sí?

—Por respeto a más personas, creo que es pertinente que jamás, jamás compartas esa opinión con alguien —enfatizó SooBin, con lentitud.

—De todas formas, ¿dónde está YeonJun? —preguntó SoYeon, mientras revisaba su cuaderno—. Ambos tenemos una exposición, y no lo he visto en dos días.

—Ayuda a Lia a estudiar. No sé que tiene tanto ella como para que YeonJun se eclipse por su comportamiento.

—Es la necesidad del héroe —explicó SooJin, y agregó en voz baja—: además, supe que está becada.

—Ja —SoYeon rio, suave—. ¿Qué? ¿Fue poseído por Padre Hurtado, y hace caridad con las abogadas pobres?

—Seguro sigue con el remordimiento porque ella fue maltratada por Cupido y el Prostituto ese.

—YeonJun me ha dicho que con Lia van en serio —contó SooBin. Las dos chicas abrieron su boca—. Ajá. No se enteraron por mí. Opino que van rápido.

—Demasiado —concordaron.

Mientras, unos metros lejos de ellos, JiSung sacaba un libro de Theodore Hughes sobre la intersección entre distintas artes del país durante el periodo de guerra fría y lo llevó a la recepción para poder sacarlo.

—Ya usaste tu máximo de cupo —dijo la bibliotecaria, sin ver a JiSung a la cara y bastante desagradada con su presencia—. Tendrás que escanearlo. Ve al piso de abajo.

«Hm... —JiSung lloró, y caminó con lentitud hacia las escaleras—, mi rodilla no soportará esto».

Mientras que su mente divagaba entre la tristeza, la ansiedad y el sueño.