capítulo 6.

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La gran puerta de madera oscura se abrió de par en par, cuando la extensa reunión finalmente concluyó.

Siendo de los últimos en salir, Jungkook movió los pies hasta quedar frente al gran ventanal en el pasillo y se detuvo para observar, sin emoción alguna, a la pequeña multitud que comenzaba a aglomerarse.

Todos eran omegas.

Desde el piso en donde él se encontraba, se veían tan pequeños e insignificantes.

Pero sabes muy bien que no lo son.

Soltó un suspiro cansado y acomó su lujoso traje negro. La reunión junto a los diputados y senadores estaba siendo un verdadero fastidio para él.

Siempre lo mismo. Alfas señalando su descontento ante la rebeldía que comenzaban a demostrar los omegas, intentando buscar una solución al "problema". Las nuevas leyes en discusión eran una total mierda, incluso para su propio gusto.

—¡Hey, Jeon! —uno de los senadores de su propio partido político le llamó, mientras se acercaba rápidamente.

Jungkook se giró para mirarlo, alzando sus oscuras y perfiladas cejas.

—¿Qué? —soltó de forma seca. No estaba de humor para charlar con Lee.

—¿Ya te vas? —preguntó el alfa Jongsuk, con esa carismática sonrisa de siempre.

—Sí. No hay nada más que hacer aquí.

—Tienes razón —relamió sus labios con nerviosismo, sin apartar sus ojos marrones de los oscuros de Jeon— Oye, yo me preguntaba si tú... Uhm, ¿quieres ir a comer algo por ahí?

Y aquí va de nuevo.

Jungkook no entendía por qué Lee solía insistir en invitarlo a salir cada vez que podía, aun sabiendo que obtendría una negativa de inmediato.

—No —respondió, sin siquiera detenerse a pensar su respuesta.

Lee suspiró resignado, esbozando una incómoda sonrisa.

—¿Algún día aceptarás mis invitaciones?

Jungkook le miró con fastidio, frunciendo cada vez más el entrecejo.

—Estoy cansado, ¿sabes? Me voy, nos vemos —respondió en cambio, avanzando hasta los elevadores.

No se molestó en mirar al alfa, simplemente siguió su camino y bajó hasta la planta principal.

Avanzó por el largo y desolado pasillo, escuchando como la suela de sus costosos zapatos resonaban sobre el pulido piso de mármol. Cuando llegó finalmente a la puerta principal, su corazón latió rápido; provocando un leve mareo, obligándole a detenerse en seco. Si los dos alfas que custodiaban la entrada notaron algo raro en él, no dijeron palabra alguna.

Vamos, vamos, vamos...

Su lobo rugía inquieto; ansioso. Jungkook molió sus dientes, dejando a la vista su tensa mandíbula. Sus ojos oscuros se movieron entre la multitud, como si buscara a alguien.

Él está aquí... Vamos, puedo sentirlo.

Sacudió la cabeza, odiando las palabras de su alfa en ese momento.

—Oye, mira para allá. La policía ya llegó —alguien dijo detrás suyo, con evidente diversión y burla en su tono de voz.

Ignorando al idiota del comentario, Jungkook observó con atención a la gran cantidad de omegas que se habian reunido frente a la asamblea, dispersandose al sentir las sirenas de las patrullas.

With you Ω KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora