Hyun.
La vida para Hyun siempre había sido extraña, pero con Mami a su lado, todo parecía ir bien.
Mami siempre había sido su lugar seguro. Ella era dulce, alegre y muy cariñosa. Nunca supo lo que era ser regañado, ni llorar por horas sin ser consolado, porque los brazos de Mami siempre lo envolvían en un cálido abrazo, al igual que sus ricas feromonas maternas.
Pero desde hace un par de semanas, Mami no salía de la cama. Su salud, por lo que Hyun podía recordar, siempre había sido mala. Solía enfermarse a menudo; fiebres altas y dolor corporal, vómitos y poco apetito. Y él no sabía cómo ayudarla, porque Mami siempre le sonreía y le decía que todo iría bien.
Hasta esa mañana en particular.
Mami no se había levantado, su pecho subía y bajaba con un extraño sonido, y la fiebre mantenía demasiado caliente su pequeño y delgado cuerpo.
—¿Mami? —Hyun murmuró suavemente a su lado. Ya se había vestido, lavado la cara y peinado, tal como ella le hubiera ordenado hacerlo.
La omega sonrió mientras abría lentamente sus ojos. Se veía tan cansada y débil, con manchas oscuras debajo de sus ojos.
—Mi niño... —murmuró y un ataque de tos la ahogó por un momento. Hyun entró en pánico y le extendió un vaso de agua que ella no quiso aceptar— No es necesario, Mami está bien.
No, no estás bien.
Hyun tenía hambre, su pequeño estómago rugía ante la falta de comida, pero empujó lejos su propio malestar y se sentó a un lado de su madre omega. Ella se movió con dificultad, soltando gemidos de dolor, para darle suficiente espacio.
—¿Cuando mejoraras, Mami?
La omega sonrió dulcemente, acariciando con una de sus pequeñas y huesudas manos su cabello.
—Mami tal vez se demore un poco en recuperarse —susurró, su voz agitada y ronca.
—¿Puedo hacer algo para que te mejores?
Ella volvió a sonreír, presionado un beso en la frente de Hyun.
—Ya haces demasiado, mi niño.
Ω
Los días pasaron, convirtiéndose en semanas, y Mami nunca logró mejorar.
Hyun dormía a su lado, acurrucado entre los brazos de Mami. Su pequeño cuerpo había perdido esa grasa habitual de un niño de siete años, y el gruñido en su estómago a causa de la falta de alimentos se había vuelto constante y molesto.
Pero finalmente, esa mañana, el teléfono de la vieja casa en la que vivían sonó, logrando despertarlos. Hyun se levantó y corrió para acercarlo al lado de su madre, quien ansiosamente estiraba los brazos para alcanzarlo.
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With you Ω KM.
Fanfiction"Ningún alfa vale tanto como para clavar sus asquerosos colmillos en tu precioso cuello, para luego exhibirte ante la sociedad como su trofeo. Y ningún omega vale menos por rechazar los cortejos de algún alfa." -Kookmin. -Omegaverse. -Angst / Drama...