La información sobre el hombre que acompañaba a la esposa de su jefe llegó incluso más rápido de lo que él esperaba.
—Señor, ya está lo que pidió —informó el beta, sintiendo como su teléfono vibraba ante los correos recibidos.
Woobin miró a su chofer y le hizo un gesto con la cabeza para que comenzara a leer todo en voz alta. El beta suspiró antes de obedecer.
—Jung Hoseok; un alfa de cuarenta años, viudo y padre de un solo...
—Nombre del hijo —interrumpió con impaciencia.
—Jung Jimin.
Woobin arqueó sus cejas. Él conocía ese nombre tan ridículo.
Jung Jimin. Jung Jimin. Jung Jimin...
Su boca se abrió al igual que sus ojos cuando el rostro de uno de los amigos de su hijo apareció entre sus recuerdos.
Pequeño pedazo de mierda.
—¿Es omega? —preguntó Woobin, solo para terminar de confirmar que estaba en lo correcto.
—Sí, señor.
El alfa se rió entre dientes, volviendo a ver hacia donde estaba su esposa y el idiota de su amante.
El beta miró también en su dirección, sabiendo que esto era el inicio de algo bastante feo y retorcido.
—Manda a que le hagan una visita a Jung —dijo Woobin de repente, sin mirar a su chofer— Que lo vigilen hasta que yo dé una nueva orden.
—Como usted ordene, señor.
Ω
Jiyoon había cerrado los ojos, respirando el exquisito olor almizclado del alfa. Ella sonrió, porque las mariposas en su estómago no dejaban de aletear ante la genuina emoción del momento.
—Hay algo... —susurró, abriendo los ojos para mirar a Hoseok.
—¿Algo? —preguntó Hoseok, sonriéndole.
Ella se relamió los labios, descendiendo su mirada a la boca del alfa. Quería besarlo.
Hoseok se dio cuenta de sus intenciones, mas no hizo nada por alejarse o impedirlo. Él también lo deseaba.
—¿Puedo? —preguntó ella con timidez. Sería el primer beso que daba en su vida por voluntad propia. El primer beso que deseaba tanto.
Hoseok torció su boca en una mueca, sabiendo que esto no era correcto. Ella era casada, marcada por su alfa. ¿Qué mierda estaba haciendo? No lo sabía realmente, pero parecía no importarle mucho.
—No deberíamos, Ji...
—Lo sé —ella murmuró con tristeza. Su boca hormigueaba por el deseo abrumador de saborear y disfrutar los labios de Hoseok.
—Sin embargo, yo también quiero.
Ella se rió, nerviosa y ansiosa.
—Entonces, ¿qué estamos esperando? —dijo ella, sintiendo como su corazón comenzaba a latir con más fuerza, casi como si quisiera llegar al límite y explotar. Su lobo aulló de felicidad pura, y fue increíblemente maravilloso sentirlo de esa manera, por un alfa. Por su alfa, quizás.
Hoseok se apartó un poco, sus manos sobre las mejillas calientes de Jiyoon. Se veía tan hermosa.
—Eres preciosa, Ji —le dijo, una vez más— Y también me gustas. Mucho, de hecho.
Los ojos de Jiyoon brillaron a causa de las lágrimas retenidas. Se sentía tan feliz y tan triste a la vez. Nunca nadie la había hecho sentir así; tan especial y tan bonita. Y para ser sinceros, odiaba su vida, a su alfa y su casa. Solo su hijo la mantenía respirando, pero ahora ya no era solo su hijo, sino este alfa que la hacía sentir viva. Amada. Deseada.
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With you Ω KM.
Fanfiction"Ningún alfa vale tanto como para clavar sus asquerosos colmillos en tu precioso cuello, para luego exhibirte ante la sociedad como su trofeo. Y ningún omega vale menos por rechazar los cortejos de algún alfa." -Kookmin. -Omegaverse. -Angst / Drama...