Capítulo 9.

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El sonido bajo de un teléfono hizo que Taehyung se removiera en la cama, frunciendo el ceño al intentar separar sus párpados.

—Uhm... —intentó moverse para sentarse en la cama, pero el cuerpo de Seokjin sobre el suyo se lo impidió.

Parpadeó aturdido un par de veces, tratando de adaptarse a la suave luz de la mañana.

—Tae... —balbuceó el beta, frotando su mejilla sobre el firme pecho del alfa— Tu maldito teléfono...

Sonriendo, Taehyung hizo el esfuerzo y metió una mano bajo la almohada para alcanzarlo.

Sus cejas se arquearon al ver quien le estaba llamando. Era su madre. Por lo general, ella nunca le llamaba a no ser que fuera algo sumamente urgente.

Presionó el botón verde para contestar y acercó el aparato a su oreja, no sin antes soltar un suspiro.

—Madre —su voz salió más ronca a causa de la somnolencia.

Hijo —la voz dulce de la omega se escuchó cargada de un extraño alivio— Lamento mucho llamarte a esta hora y despertarte.

—No importa. ¿Pasó algo? —preguntó de inmediato, sin poder ocultar su preocupación.

No, pero...

Taehyung frunció el ceño, notando rápidamente la vacilación en su tono de voz.

—¿Pero? —inquirió.

Se trata de tu padre, hijo.

—¿Le pasó algo?

Oh, no —ella negó de inmediato— Es solo que... él llega mañana por la noche.

—Ya veo.

Y vendrá a cenar... —añadió rápidamente.

—¿Y? —Taehyung tuvo que preguntar, cuando su madre decidió guardar silencio.

Un suspiro tembloroso se escuchó del otro lado de la línea. El estómago de Taehyung se apretó, intuyendo que su madre diría algo que no sería de su agrado.

Me pidió que te avisara, porque traerá a un socio muy importante y quieres que estés aquí.

—Oh... —frunció los labios. Odiaba las cenas con los amigos de su padre.

Por lo general, todos eran alfas arrogantes y abusadores.

Así que, para que tú..

—No estaré presente, mamá —la interrumpió con brusquedad.

Necesito que estés aquí, ¿sí? Por favor...

Odiaba con todo su corazón cuando su madre le pedía alguna cosa de esa forma, sabiendo que si no accedía, su padre la lastimaría.

—Está bien, mamá —aceptó sin ánimos— Iré y estaré presente en la cena.

Bien —suspiró aliviada.

—Nos vemos mañana, mamá.

Sí. Cuídate, hijo.

Taehyung cortó la llamada, dejando el teléfono nuevamente bajo la almohada.

—Hmm... —Seokjin tarareó, aferrándose al pecho desnudo del alfa— A dormir...

El alfa sonrió, envolviéndolo entre sus brazos.

—Nos quedan sólo cuarenta minutos antes de que suene la alarma.

Seokjin frunció los labios con disgusto. Deseaba dormir todo el día, sobre el cuerpo desnudo de Taehyung, junto a Taehyung.

With you Ω KM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora