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Felix y Christopher son mejores amigos desde la secundaria, dos años y medio han pasado desde que sin querer el pecoso derramó su té helado sobre Bang en segundo año. La personalidad extrovertida y algo pomposa de Felix combinada con la tranquilidad y el buen humor de Christopher, un factor que favorecía su amistad, se entendían realmente bien y se cuidan entre sí, bueno el de cabellos oscuros es el que cuida más a Lix. Siendo él, el menor y algo ingenuo a veces, requería vigilarlo con frecuencia esperando que no hiciese algo estúpido o al contrario, le hiciesen algo escupido.
Para Chris, el rubio con pecas en su lindo rostro, era un rayito de sol, su pequeño y adorable rayito de sol, Felix tenía ese poder de volver un día oscuro y nublado a uno soleado con un cielo despejado. La sonrisa del rubio a sus ojos es la bonita, al igual que su risa, de hecho, aquél que dudara de las habilidades que tenía para hacerte sentir mejor, necesitaba atención. El pequeño australiano era tierno, inocente, gentil, amable entre otros sinónimos de bondadoso.
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Por eso Christopher procuraba estar al pendiente de la vida social de Lee. Por que específicamente en su escuela, donde aún estudiaba el pecoso, los chicos y chicas son en su mayoría hipócritas. Y el no quería por nada del mundo que lastimarán sentimentalmente o físicamente a su angelito.
— Channie —el nombrado se removió un poco antes de emitir un sonido con su garganta para que continuará. Estaba cómodo acostado sobre el rubio cubiertos con una frazada hasta la cadera, le abrazaba por la cintura con su cabeza recostada en su pecho mientras Felix tenía sus brazos sobre él en modo de corresponder su abrazo y con su mentón sobre el cabello del mayor, sintiendo lo suave y lo lindo que olía— ¿me ayudarás con mi tarea?
— Luego... —murmuró en respuesta. Felix rió cortamente para disponerse a acariciar el cabello oscuro y sedoso de su mejor amigo.
Christopher además de cuidar de Felix, también tenía que procurar no caer en los encantos del mismo y enamorarse de él.
Así como muchos, Felix es un chico hermoso tanto sentimental cómo físicamente. Las personas que eran malas con él posiblemente tenían envidia de lo lindo que era, y aunque a Felix no le gustaba tanto su apariencia, incluso a veces oculta sus pecas con maquillaje, Chris suele, mejor dicho, diariamente le recuerda lo bonito y adorable que es, y nunca se cansaría de hacerlo. Pero era un pequeño riesgo para su estabilidad emocional ver al rubio tan hermoso, ¿por qué? Porque no siempre quieres ser solo el amigo de alguien así de precioso.
Si bien, Chris no veía a Felix como algo más su que mejor amigo, el solo ver su nombre en la pantalla de su celular cuando le llamaba parecía entrar en un gay panic antes de tomarlo y contestarle, o cuando lo veía, sonreía de manera inmediata. No sabía por qué le sucedía, pero tampoco quería averiguarlo, su vida estaba perfecta como estaba.
O eso quería creer él.
A veces Chan entraba en una crisis existencial por pensar en cómo seria si Felix fuese su novio, o cuando se molestaba al ver como chicas y chicos le declaraban su amor siendo rechazados amable y dulcemente por el pequeño australiano. ¿Por qué eso le enojaba? No era una persona celosa, lo era solo con Felix, y no sabía por qué. Aunque tampoco veía tan mal en que el menor fuese su pareja, podría abrazarlo frente a todos sin que se viera tan raro, podría tomarlo de la mano en cualquier lugar, podría prestarle sus sudaderas que lo hacían ver adorable y pequeño, podría hacer muchas cosas que cómo su amigo se veía extraño.
