devil

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— Hola —el chico rubio al que le habló volteó confundido

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— Hola —el chico rubio al que le habló volteó confundido.

— Mnh, hola, ¿quién eres tú? —tartamudeó al sentirse algo intimidado.

— Un ángel, ¿y tú? seguramente eres un príncipe por lo hermoso que eres —respondió sonriendole coquetamente.

— Eh.. ¿Lo conozco? —preguntó el rubio sonrojado.

— Probablemente sí —rió metiendo sus manos en sus bolsillos — soy el dueño de este lugar, y te veo muy indeciso sobre que llevarte pequeño.

— Oh, yo... Mnh, la verdad solo vine con mis amigos, no a comprar algo.. —sonrió leve con timidez.

— Comprendo comprendo. Te tengo una gran oferta.

— ¿Disculpe? —el menor se mostró confundido.

— Puedes llevarte lo que tu quieras con garantía si me compartes tu número de teléfono y tu nombre, bonito —le guiñó un ojo.

— Mi mamá me dijo que no le diera ese tipo de información a gente desconocida —hizo una mueca.

— Las madres son las personas más mentirosas del mundo, sí te aman y todo pero mienten mucho, sin ofender a la tuya, seguro es un ángel —dijo lo último con sarcasmo— ¿cómo dejaría de ser un extraño para ti?

— No lo sé... —murmuró jugando con sus manos, dándole una imagen muy adorable a Chris.

— Claro que lo sabes, seguro tienes muchas cosas que quieres decirme pero te las reprimes, vamos dilas —dijo mirándolo fijamente a los ojos con una sonrisa ladina— yo no voy a juzgarte.

— Es más guapo que changbin —dijo repentinamente.

Más que todo por inercia, sin dejar de mirar los ojos celestes penetrantes del rubio frente a él.

— ¿Quién es changbin?

— Mi ex novio.

— Continúa.

— No creó que este mal darle mi número, no se ve como una mala persona. Además tiene hoyuelos, posiblemente me deje tocarlos, se ve tan tierno —dijo al final volviendo en sí, ruborizándose al recordar todo lo que dijo.

— Cuando dicen esas cosas en voz alta, es adorable, eres adorable.

— Lo lamento hyung —hizo una corta reverencia totalmente avergonzado.

— Christopher —ladeó la cabeza sonriendo— si me das aunque sea tu número, te dejaré tocar mis hoyuelos y llevarte lo que quieras.

— ¿No eres de aquí? —preguntó sorprendido por el nombre extranjero del rubio.

— Puedo decirte eso por una llamada, bonito.

— De acuerdo —de pidió su celular y allí anotó su número de teléfono, luego se lo devolvió— mi nombre es Felix

hey chris! hey felix! ๑ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora