mafia boss

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Chan abrió los ojos con lentitud, algo molesto por la claridad que se colaba en su vista, se sintió realmente incómodo cuando estuvo consciente totalmente, movió sus manos intentando deshacerse de esa incomodidad y sus alarmas se encendieron al ve...

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Chan abrió los ojos con lentitud, algo molesto por la claridad que se colaba en su vista, se sintió realmente incómodo cuando estuvo consciente totalmente, movió sus manos intentando deshacerse de esa incomodidad y sus alarmas se encendieron al ver que estaban esposadas, miró su alrededor alarmado. No sabía donde estaba, parecía una oficina igual a las de las grandes empresas, al fondo había un gran ventanal como pared, y detrás del escritorio había una silla dándole la espalda.

Un click repentino y posteriormente el olor a cigarro le dio a entender que no estaba solo. Aún confundido y aturdido, con mucho esfuerzo logró ponerse de pie iba a caminar hacía el escritorio pero a penas dio un paso las puertas se abrieron y por ellas pasaron dos hombres.

Iba a hablar sin embargo cuando analizó a ambos hombres y vio más de una arma encima de ellos tembló decidiendo callarse.

— Ya despertó —habló uno de los hombres, el más bajito y de cabello oscuro.

— Lo sé —Chan tragó duro al escuchar la voz grave de otra persona.

— Y esta de pie —habló el otro hombre alto y de cabello largo rubio mirándolo. Chan apretó los labios y retrocedió a pesar de estar en una esquina.

— ¿Enserio? —la silla repentinamente se giró dejando ver a un chico rubio de traje a simple vista delgado y delicado con una expresión de sorpresa al ver a Chan de pié, luego se transformó en felicidad— eres hábil.

— Fumar es malo —fue lo único que pudo decir, luego parece que el nudo en su garganta se hizo más grande.

El chico sonrió al oírlo, apagó el cigarro y lo tiró en la papelera, se levantó de la silla y camino hasta estar frente al escritorio sentándose encima de él, el hombre rubio le hizo señas al castaño para que caminara hasta donde estaba el chico, obedeciendo Chan pudo verlo mejor, y omitiendo que estaba secuestrado y ese chico estaba muy feliz con él siendo un total extraño, era muy hermoso.

— Hey Chan hyung, tu mamá... —el mayor se sorprendió cuando dijo su nombre, pero ahora estaba más confundido cuando mencionó a su madre. El rubio sonrió aún más— ¿no te aconsejo que no salieras?

Chan abrió los ojos estupefacto, tratando de recordando lo que le había dicho su madre antes de salir.

Chan abrió los ojos estupefacto, tratando de recordando lo que le había dicho su madre antes de salir

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hey chris! hey felix! ๑ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora