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— Debe ser una edición limitada, no he visto ninguna parecida a esta —le dijo Seungmin viendo con detalle la photocard en sus manos— ¿en HEYDAY te salió?
Felix asintió acomodando en su escritorio el resto de las cosas que habían sacado de los álbumes, que anteriormente habían abierto juntos a penas Seungmin llegó a la casa del australiano.
Ambos eran fanáticos de 3RACHA, un trió de idols surcoreanos, amaban todas sus canciones, producciones, presentaciones y para que mentir, también a ellos. Felix tenía la mayoría de los álbumes que lanzaban, con su trabajo de medio tiempo y un poco de ayuda de sus padres, su estante tenía más de siete ordenados por fecha de lanzamiento, habían algunos posters en su pared, no los tenía todos, algunos se los regalaba a Seungmin, al igual que compartía las tan anheladas photocards. Esas fotos tipo tarjeta que Felix y su amigo guardaban en cajitas bien decoradas como si fueran sagradas, y quizá lo eran para ellos.
El último que había llegado a la puerta del australiano, fue HEYDAY, que no salió hace mucho, junto a otro que sí tenía meses de haber salido pero que no pudo comprar. Cuando lo recibió llamó a su mejor amigo, que vivía en el piso siguiente al de su casa, y allí en su habitación los abrieron junto.
Lo que se les hacia extraño era que una de las photocards, que trajo el nuevo, era algo rara.
— Hey pero no se ve mal, digo ¿no has leído fanfics donde Chan es un vampiro? —le entregó la foto al rubio para que la guardara.
— Sí, aunque sigue siendo extraño.
Lo que tenia aquella foto era qué, Bang Chan, el hombre que posaba para la fotografía, tenía los ojos de un celeste muy intenso y miraba fijamente a la cámara, lo curioso era que tenía los labios separados dejando ver unos colmillos algo borrosos, pero si lo veían atentamente, sí lo eran. Comparado con las otras veinte siete photocards que tenía Felix —porque era su bias (favorito)— esa, en particular era la única en la que le veía el color celeste en sus iris.
— Vamos, ya, esta preciosa de todas maneras, usala de llavero si quieres.
— No, la última vez que llevé un llaveros con la pc de Changbin me la robaron —comentó con un puchero. Dejó la foto que tenía en sus manos en el mini caballete para photocards que estaba encima de su mesita de noche— ahí se verá linda, despertar con Chan al lado siempre es bonito.
— Es una foto —ambos rieron por el comentario del menor— ¿qué harías si pudieras dormir con el verdadero aunque sea una noche?
— Abrazarlo toda la noche.
— Pensé que harías otra cosa —se encogió de hombros Seungmin.
— Oh no, disculpa, yo no soy un adolescente hormonal —dijo el australiano rodando los ojos— bueno, supongo que ya debes irte ¿o no?
— Quería hacer una pijamada contigo pero mamá me castigo por llevarme una materia —respondió Min suspirando.
— Rayos, será para la próxima. Hay te llevas a Changbin para que le eches ganas a la escuela —le entregó la bolsita donde antes le había guardado algunas cositas y dos photocards del anterior nombrado.
