- ¿Qué se supone que eres? ¿una sandía?
El rubio negó con la cabeza suspirando.
- ¿Y tú? ¿el gran lobo feroz? -rió al ver la cara de fastidio del contrario- ¿te comiste a caperucita roja lobito?
- Eso es pura envidia de que yo tengo un traje mejor que el tuyo niño sandía.
- Al menos yo no parezco un perro.
Otros dos chicos presentes los miraban se estaban cansando de la tonta pelea de ambos.
- Me quejaría de que están siendo algo tontos pero el gatito me llamo vaca la primera vez que me vio -habló la chica llamando la atención del chico rubio y del peliazul- deben llevarse bien por más complicado que sea ¿entienden?
- No pienso convivir con un niño sandía -dijo el peliazul cruzado de brazos.
- Y yo no pienso hablarle a alguien que no sabe la diferencia entre una sandía y una mariquita -contestó el rubio.
La chica grito frustrada asustando a ambos menos a su compañero. Estaban en la terraza de uno de los tantos edificios de New York, explicándole a dos chicos que ahora tenían un trabajo y era ayudarlos, pero como siempre al principio ninguno se llevaba bien y ni siquiera querían colaborar. Ella y su compañero ahora dudaban de a quienes les habían dado los miraculous del lobo y la mariquita.
El de la mariquita se lo entregaron a un chico llamado Felix, estudiante de pintura, era un chico muy amable, determinado y con un increíble corazón, claro que también era algo muy terco y miedoso. El del lobo le fue entregado a Bang Chan, un atleta amante de la música, un chico bondadoso, valiente y arrogante, pero el último no tanto.
Ambos fueron hallados de diferentes maneras, y luego de pensarlo, aquellos amuletos pararon en sus manos gracias a Lee Cat y Doja, los primeros héroes de la ciudad.
- ¡Tienen que trabajar juntos! ¿no les enseñaron eso en la escuela? ¡trabajar juntos es la solución al caos mundial! -dijo finalmente la chica del traje de manchas caminando de un lado a otro.
- Además, el miraculous de la mariquita y el lobo fueron hechos para estar juntos -mencionó el chico de orejas de gato- aprenden a tolerarse o los regresan.
- Yo fui amable fue él quién empezó diciéndome sandía -se quejó el rubio.
- Fue una broma que tú continuaste.
Ambos se arrepintieron de echar culpas al ver la mirada fría de la chica.
- Es un placer conocerte Mr. Bug, espero ser de ayuda -el peliazul le tendió su mano.
- El gusto es mío Wolf B, también espero serte de ayuda -aceptó su mano y estrecharon sus manos.
- Que lindos se ven cooperando -chilló la pelinegra- ¿verdad gatito?
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hey chris! hey felix! ๑ chanlix
Fanfictionun par de australianos y muchas historias que contar. (๑♡ chanlix book ♡๑)