— ¿¡Cómo que te mordió!? —el mayor miró a su hermano y al chico a su lado con reproche— ¿¡cómo es que lo mordiste Jeongin!?
— ¡Lo siento, no me contuve! —chilló el azabache con los ojos llorosos.
— Ay Innie, no es para que llores, estoy bien —le dijo el rubio, atrayéndolo para abrazarlo.
Chan suspiro, volviéndose a ver a su otro hermano que estaba en el sofá contrario comiendo una manzana observando la escena de los menores.
— ¿Y tú no le dices nada?
— Bang Christopher Chan, Jeongin ya tiene ciento veintidós años, dejalo en paz —contestó mordiendo la fruta, el castaño fruncio el ceño— mientras no vaya por la vida mordiendo gente, no te preocupes.
— Tengo que preocuparme, pero no por Jeongin, por Hyunjin.
— Ah, cierto.
— ¿¡Por qué yo!?
Los dos mayores se tomaron el tiempo de explicarle al rubio la pequeña consecuencia de la mordida que ahora tenía en su cuello, Jeongin comentaba una que otra cosa pero no era nada tranquilizador para Hwang así que lo mandaban a callar.
Desde hace unos meses, que los Bang habían salido del bosque para ir a vivir en la ciudad, en la sociedad, entre humanos, vivían con Seungmin y Felix, aunque fue un martirio al principio hacer que se acostumbraran a los horarios y al hecho de que tenían que dormir luego ya hacían sus rutinas con normalidad. Hyunjin los visitaba la mayor parte del tiempo, a veces solo iba para llevarse al menor y volver ya en la noche. Mientras que los mayores, o al menos Minho, se encargaba de la casa, ya que Chan había conseguido empleó en el mismo trabajo que Felix, la pastelería de su mamá, él llevaba los pedidos a domicilio.
Por ello, ahora conocían la pastelería de los Lee, por las entregas más rápidas de la ciudad, y Felix sabía porqué.
Para cuando el pelirrojo y el castaño volvieron a casa, los Bang trataban de calmar sus nervios y ocultar al rubio novio de Jeongin.
— ¡Honey, ya llegamos! —gritó Kim dejando su abrigo en el perchero igual que Lix. No recibieron respuesta alguna— ¿crees que haya salido?
— Conociéndolo no creó, además huele mucho a Chan aquí.
— ¿Cómo sabes eso? —preguntó mientras caminaban hacia la sala.
— Uhm, hoy le tocó un pedido de naranja, limón y maracuya, así que se le quedo impregnado todo el aroma de los pasteles —respondió. Al llegar a la sala, estaban Chan y Jeongin, sonriendo con una muy notable falsedad— lo ves.
— ¡Seungmin hyung!
— Hola Jeongin —lo saludo con extrañes— hola Chan, iré a mi habitación a buscar a Minho, adiós.
El castaño desapareció en el pasillo dejando, dejando a los tres, viéndose las caras, Felix tratando de buscar algún error en su actitud.
— Chan, ¿qué ocurrió? —miró al mayor, con seriedad.
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hey chris! hey felix! ๑ chanlix
Fanfictionun par de australianos y muchas historias que contar. (๑♡ chanlix book ♡๑)