happy day

102 12 1
                                    

— Vamos Chan, tienes que salir de esa rutina tan monótona en la que te enfrascaste —Bang suspiro ante las palabras de su mejor amigo— yo no te voy a durar toda la vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— Vamos Chan, tienes que salir de esa rutina tan monótona en la que te enfrascaste —Bang suspiro ante las palabras de su mejor amigo— yo no te voy a durar toda la vida.

— ¿Enserio?

Seungmin se sintió mal al ver los ojos apagados y cansados del mayor.

— No lo tomes mal ¿bien? Habló... Habló de que si hago mi vida, no podré estar aquí siempre ¿entiendes? —el mayor asintió volviendo su vista al folleto en sus manos.

— Lo entiendo, y aprecio mucho que estés aquí Minnie, sabes que puedes dejarme e igual voy a quererte.

— Lo sé... —murmuró— sabes, Changbin tiene un grupo de apoyo, en el hospital.. Si te ánimas, creó que te haría bien ir, aunque sea una vez.

— ¿Tu crees? —le escuchó decir en voz baja, estaba concentrado en leer la información del folleto— no he pisado un hospital desde hace dos años.

— Por eso mismo, te hará bien enfrentar tus miedos Chan. Ya es hora, de todos modos, tomes la decisión que tomes, Bin y yo te apoyaremos —puso su mano en su hombro.

Bang cerró el folleto y lo lanzó a un lado del sofá donde estaban sentados, observó pensativo sus manos, Seungmin tenía razón.

— De acuerdo, iré —Min sonrió apretando su hombro.

Sin duda el olor que más odiaba Chan era el de los productos de limpieza y medicamentos que estaba por todo el hospital, el barullo de gente yendo y viniendo, doctores, enfermeras o familiares visitando a algún enfermo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sin duda el olor que más odiaba Chan era el de los productos de limpieza y medicamentos que estaba por todo el hospital, el barullo de gente yendo y viniendo, doctores, enfermeras o familiares visitando a algún enfermo. Estaba dando su mejor esfuerzo por no salir corriendo de allí y chocar el auto con él adentro. Como detestaba los hospitales. O quizá solo detestaba ese.

Si se detenía por un momento, su mente iba a reproducir aquél doloroso recuerdo y lo haría entrar en pánico. Cada vez que eso sucedía, podía escuchar a la perfección los gritos y el llanto desesperado de su pareja, el sonido sordo de la máquina de signos vitales pitando, y luego nada, todo se callaba, no escuchaba absolutamente nada, y era solo porque no soportaba ese recuerdo y perdía el conocimiento. Tal vez para algunos podría ser algo traumante aunque pasajero, pero para Chan fue algo traumante y seguía sin superar aquello después de dos años.

hey chris! hey felix! ๑ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora