lee felix

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— ¡Bang! —el castaño alzó la vista rápidamente a la persona que entró a su oficina— ¿qué haces?

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— ¡Bang! —el castaño alzó la vista rápidamente a la persona que entró a su oficina— ¿qué haces?

— Existir —sonrió volviendo su vista al celular.

— Cierto, es el mejor trabajo que tienes hasta ahora —dijo con sarcasmo— necesitó que me ayudes a ayudar a alguien.

— Uhm, sientate, ponte cómoda y cuentame, soy todo oídos —contestó dejando el aparato en el escritorio para subir sus piernas a ella también.

— Una chica de la cafetería a unas cuadras esta trabajando horas extras para pagar la fianza inexistente de su hermano menor, la conozco porque voy después de salir, ella es agradable, hasta tiene una hija, y eso me preocupa un poco. Se esta sobre esforzando para ayudar a su hermano —le contó con una expresión triste y de preocupación— es un niño.

— ¿Cómo metieron a un niño a la cárcel?

— Es un joven tiene... Creó que tiene veintidós pero prácticamente es un niño, no se sabe cuidar solo.

— Ya... ¿Y cómo acabó en la cárcel? —enmarcó una ceja.

— Si aceptas el caso te pasaré el expediente y los detalles, solo prometeme que vas a ayudarlo —dijo suplicante— eres el mejor abogado que conozco, por favor.

— Esta bien, tú traeme la información mientras yo canceló cualquier otro caso que tenga —respondió bajando las piernas tomando su celular.

— Gracias a Dios, eres un ángel —revolvió su cabello para luego salir de la oficina.

El joven de cabello castaño rizado suspiró después de pasarle el caso que estaba atendiendo a su compañero, la verdad no era tan difícil ni complicado así que no esperaba que tuviera problemas, además era un caso más que todo forense. Si Benny le estaba pidiendo ayuda era porque el problema enserio seria difícil de resolver. A los minutos la chica volvió a entrar con una carpeta con el expediente y los detalles del caso, se quedó para aclararle alguna que otra duda si tuviera.

El caso de Lee, con sólo leer el primer párrafo, lo tensó y le dio curiosidad. ¿Cómo un chico de veintidós podría ser capaz de herir y matar a alguien? La foto mostraba a un joven de cabello morado pastel con pecas y un rostro a simple vista delicado posiblemente suave. Era muy bonito para estar en un problema tan grande.

— ¿Qué dice su hermana sobre esto? —le preguntó sin dejar de leer los papeles.

— Es su hermana, obviamente dice que es inocente, pero lo dice con tanta seguridad y sinceridad que hasta yo creó que sí lo es. Logré hablar con él una vez en... Su testimonio también se oye creíble, es que... No se ve como alguien malo, Chan.

— Ya lo sé, pero, algo tuvo que ver, digo, no le clavas una navaja a un jefe de policías todos los días, menos si no lo conoces —contestó cerrando la carpeta, se quedó pensativo por unos segundos— a menos... Que sí lo conozca. ¿Hoy puedo verlo?

hey chris! hey felix! ๑ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora