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Chan era un estudiante común de la facultad de música en la universidad, un chico tierno, amable, inteligente, honesto y responsable, todos lo conocían así sólo fuese de vista pero no había un alma que no haya sido cautivada por el australiano con lindos hoyuelos. A pesar de que muchas chicas lo amaban secretamente tenían muy claro que no serían más que sus amigas o conocidas, porque así cómo todos lo conocían, todos sabían que a Bang Chan les gustaban los chicos.
Y había algo, o mejor dicho, alguien, que a veces lograba volver su día increíble cómo el peor.
El pequeño Felix su compañero de banca desde el primer día de clases, para él, ese adorable rubio con constelaciones en sus mejillas lograba desconectarlo de clases, aún así esté ni siquiera hiciese algún movimiento, el simple hecho de existir y estar ahí a su lado prestando atención a lo que el maestro decía era suficiente para que Chan lo mirará con ojitos de enamorado. Porque estaba enamorado de él, pero Felix no lo sabía, ni se tomaba el tiempo para saberlo.
No es que tuvieran una mala relación o convivencia, pero no eran tan cercanos como el mayor quisiera, pero eso no le impedía para nada admirar al muchacho pecoso sonreír con sus amigos a metros de donde él estaba con los suyos.
Pero así cómo Chan sonreía por él, también solía llorar y sentirse mal.
Simplemente a Felix no le gustaban los chicos.
— Seungmin —llamó a su mejor amigo que guardaba y sacaba cosas de su casillero.
— ¿Si?
— ¿Es malo ser cómo yo? —le preguntó haciendo un puchero.
— ¿Ser cómo tú? ¿a qué se refiere, hyung? —dijo confundido después de cerrar su casillero.
— Homosexual.
Seungmin se sorprendió por unos segundos y luego hizo una mueca mirando los ojos llenos de lágrimas de su mayor. Chan solía ser muy sensible con respecto a sus sentimientos y lo que la gente pensará de él.
— Claro que no, eso no tiene nada de malo, hyung, ¿por qué pregunta cosas cómo esas?
— Está con una chica, muy cerca —bajó la mirada para limpiar sus mejillas con la manga de su suéter— y nunca me presta atención.
— ¿Qué tiene eso que ver? Aunque sé que debe sentirse mal por... Lo primero —dijo acariciándole la mano.
— ¿Y si es homofóbico?
— No lo es —negó— recuerda que su mejor amigo es bisexual. Hyunjin siempre hace bromas con él sobre estar juntos y eso, no puede y no creó que lo sea.
Siguieron caminando al aula de la mano, como era costumbre en ambos, Seungmin no tenía ningún problema con eso al contrario le agradaba porque se sentía protegido por el mayor, aunque esté fuese algo infantil seguía siendo un hyung genial para él, siempre lo cuidaba.
— ¿Y si se sienta conmigo hoy? Monbyul noona no tendrá problema en cambiarse —le ofreció antes de entrar al salón, viendo detrás del hombro del castaño al pecoso hablar con una de sus compañeras. Ese tipo de escenas, aunque fueran normales entre compañeros, siempre ponían triste al mayor.
— Claro... —respondió sin muchos ánimos.
Ingresaron al salón saludando a alguno de sus compañeros y terminaron por sentarse en la banca de Seungmin que ya le había dicho a su compañera, está fue muy amable y dejo que Bang se sentará en su lugar ese día.
Cuando el profesor al fin entró todos fueron a sus puestos apresuradamente, y así empezó la clase en calma, cómo todos los días. Menos para un pequeño que estaba algo ido, sólo miraba su cuaderno con curiosidad, y no precisamente por lo que había en él sino, por el hecho de que su compañero de banca no estaba a su lado, ¿por qué esta con ese chico? Se preguntaba sin apartar la vista de sus apuntes, no estaba enojado porque una de sus compañeras se sentó en vez de Chan, le incomodaba, pero le incomodaba más el silencio que había en su área.
Estaba acostumbrado a oír la leve risa del mayor durante clases, o cuando murmuraba repitiendo las cosas que decía el profesor para anotarlas en su cuaderno cómo pequeñas notas.
Se preguntaba si había hecho algo mal, o que le hubiese molestado. En la entrada lo saludó pero Bang solo lo miró con seriedad y siguió su camino dejándolo confundido. Chan era extremadamente alegré y amistoso.
Sin duda tenía que saber lo que había hecho mal.
Cuando termino la clase y vio al mayor sólo saliendo del salón, volteó rápidamente viendo al chico con el que se había sentado hablar con otro así que se levanto tomando su mochila y casi que corriendo detrás del castaño.
— ¡Chan hyung!
El nombrado se detuvo y volteó, encontrando a un pecoso de cabello rubio alborotado detrás suyo.
— Felix —alzó una ceja confundido.
— Yo... ¿Por qué me dejo sólo?... Quiero decir, ¿por qué no se sentó conmigo hoy? ¿hice algo malo o algo que le disgusto? ¿es por qué le preguntó mucho sobre las clases? Perdón.
Chan no sabía si reír por la ternura del chico hablando rápido o por que le preguntó el porqué de no se sentó con él.
— No tienes que disculparte, Felix, no me importa cuando me preguntes sobre las clases siempre es un placer ayudarte, y no, no hiciste nada malo, tranquilo ha—contestó sonriendo.
— ¿Entonces?
Se conmovió un poco por la expresión triste que tenía el rubio.
— No me sentía muy bien, y no quise interrumpir tu concentración con mis quejas, por eso me senté con Seungmin, pero no te preocupes sólo fue por hoy.
— ¿Seguro? —asintió— ¿se siente mejor?
— Un poco.
— Quisiera ayudarlo pero en realidad no sé cómo, lo lamentó.
Negó restándole importancia y se despidió de él para retomar su camino a casa.
No se sentía bien y no quería sentirse aún peor.
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