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— ¡Es mi hijo!
— ¡No es tu hijo! —gritó en respuesta, enojado y decepcionado de decirle eso al que antes fue su pareja, y al padre de su hijo de un año— ¡dejaste de ser su padre en el momento que nos abandonaste!
— ¿De qué hablas? —Chan paso de estar frustrado a confundido— ¿abandonarte?
— ¿O quieres que lo diga más sutilmente para que no te sientas tan mal? ¡imbécil! —contestó sintiéndose aún más molesto— huir de las situaciones difíciles es lo que más te gusta hacer pero no sabía que harías lo mismo conmigo.
— Yo no huí de ti, mucho menos de mi hijo, Felix, ¿por qué dices eso? ¿no lei-
— ¡Cállate! Solo cállate —lo interrumpió sin ganas de escucharlo, estaba enojado de que luego de un año y medio quisiera reclamar su derecho como padre— Chan tu no puedes venir después de abandonarme en medio embarazo y decir que quieres ver al niño.
— Soy su padre.
— ¿Su padre? —el mayor frunció el ceño por el tono burlón que uso— ¡¿ahora quieres llamarte su padre?! El único hombre que estuvo conmigo desde que te fuiste fue Seungmin, él único que se ha hecho cargo de Minho desde que nació.
— ¿Seungmin? —preguntó aún más confundido y aturdido.
— ¿Que ironía verdad? Tu mejor amigo haciéndose cargo de tus responsabilidades.
Chan no respondió nada, con el rostro serio sacó una pequeña tarjeta del bolsillo de su saco para extendersela.
— ¿Qué es eso? —preguntó Felix frunciendo el ceño.
— Puedes tomarlo o dejarlo.
Lee con duda tomó la tarjeta, el mayor se despidió con la mano para alejarse del pórtico hacia su auto.
— ¿Ya te irás de nuevo? Debí imaginarlo... —Chan se detuvo al escucharlo.
— Tu no me quieres aquí ni en la vida del niño, ¿por qué debería quedarme? —el pecoso se quedó sin palabras— tampoco quiero pelear por la custodia porque seria estar en tu contra, y eso es algo que jamás voy a hacer.
Sin más se subió a su auto y se fue. Felix ya no sabía cómo sentirse al respecto de la situación, no podía quejarse de que Chan no quería la custodia del niño y no porque no quisiera, es porque él dijo que no. Entró a la casa de nuevo cerrando la puesta detras de él, miró la tarjeta que le entregó, era una de presentación donde estaba el nombre de una empresa que no conocía y abajo estaba un número de teléfono, en la parte de atrás estaba el nombre de Chan como gerente.
— ¿Estas bien? —levantó la vista hacia la escalera, por donde bajaba Seungmin con Minho en brazos, el bebé con su vasito entrenador en manos.
— No sé... Se siente extraño volverlo a ver —respondió dejando la tarjeta pegada en el refrigerador con ayuda de un pequeño imán.
