— Es todo— murmura Elton a medida que nos terminamos ese enorme bote de helado de chocolate y fresa entre cuatro personas— la próxima vez que vea a Alex lo voy a asesinar.
— Yo también— se apresura en decir Emilia— después de que tú lo asesines, voy a desenterrarlo y voy a...
— ¡Está bien, está bien!— los interrumpo. Mis amigos están recostados a lo largo de la cama uno al lado del otro y entre todos formamos un cuadrado que rodea ese exquisito postre hecho de leche— nadie va a asesinar a nadie.
— Pero...— intenta entrometerse mi amigo.
— Quiero pensar que fue un accidente— admito. A pesar de la tristeza y las lágrimas que corrían por mis mejillas hace una hora, ahora mi mundo ha cogido algo de color gracias a la compañía de Emilia, Aylen y Elton, y sé que no es como que el daño haya desaparecido por completo, pero definitivamente ellos hacen que disminuya.
— ¿Y quien es este chico misterioso con el que te besaste?— pregunta Aylen de repente— ¿le conocemos?
El rostro de todos nosotros se gira en su dirección y de repente toda la habitación se ha quedado en silencio. Obviamente, cuando les conté la historia sobre lo sucedido y del porqué llegué a terminar con Alex hasta el momento en el que me empujó y salió disparado por la puerta, omití el nombre de Damián en la historia y lo reemplacé por "un chico x".
Llamé a un chico x, que vino a casa, nos besamos y tuve que contárselo todo a Alex.
Como era de esperar, los ojos de Elton y Emilia se abrieron como dos enormes platos porque ellos supieron enseguida de quién estaba hablando; no hay que ser demasiado inteligente para saber que Damián es quien se lleva la mayor parte de mis pensamientos, sobre todo si conocen nuestra historia.
— No es nadie importante— le aseguro, intentando que ella simplemente deje ir el tema, pero ahora la muchacha se ve realmente interesada en saber más de la persona con la que anoche casi tuve sexo (aunque esa parte también la omití).
No es que no confíe en Aylen; es sólo que ella es la nueva mejor amiga de Damián ahora y no quiero que piense que de repente he llegado para intentar arrebatárselo ni que tengo celos de ella o envidia, a pesar de que sí exista algo con ella. De alguna manera siento que, si se entera, las cosas entre nosotras se arruinarán un poco.
— Muéstranos una foto— insiste. Yo observo a Emilia y a Elton en busca de ayuda, pero ellos no parecen saber qué decir tampoco y Aylen no parece querer tener una mala intención detrás de sus palabras; ella parece genuinamente interesada por saber quien me gusta tanto como para engañar a mi novio.
— No tiene redes sociales— le aseguro en medio de un torpe tartamudeo. La chica abre los ojos con sorpresa, como si no se pudiera creer lo que le estoy diciendo.
— ¿En este siglo?— ríe.
— Si, bueno, mi primo del sur tampoco tiene redes sociales— sale Elton en mi defensa— dice que es para egocéntricos.
— Si, si— se entromete Emilia— algunas amigas de la universidad tampoco tienen redes sociales... Es normal, de hecho.
Aylen se queda algo pensativa y luego vuelve a redireccionar su atención en mí. Una sonrisa se escapa de sus labios mientras su cabello rubio se mueve de un lado hacia otro debido a la pequeña brisa de viento que entra por mi ventana.
— Pero... ¿te gusta este chico?— levanta una ceja. Una mueca de vergüenza se escapa de mi rostro y de repente, me pregunto qué tan terrible será contarle toda la historia sin mencionarle que ese chico es Damián. Después de todo, ella puede seguir pensando que es una persona misteriosa y yo puedo seguir hablando con total confianza en frente de mis amigos cada vez que la pena toque mi puerta.
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Volviendo a ti
Novela JuvenilDamián esconde muchos secretos detrás de esos cristalinos ojos celestes; pero no se atreve a abrirse con nadie... hasta que llega Carla. Cuando Damian Gutiérrez, su mejor amigo de infancia, llega de vuelta a la vida de Carla, todo parece ponerse pat...