Jughead Jones queda ha cargo de la hija de su amigo fallecido, Betty Copeer... mientras el tiempo pasa Jughead Y Betty empiezan una relación amorosa, pero la culpa es más grande que el amor.
La rubia llegó a casa, subió su habitación y se dio una ducha, salió y se coloco unas bragas, se puso una polera de Jughead, el olor de este inundó su nariz y esta volvió a llorar.
¿Y si el moría? El podía morir en cualquier momento.
La rubia se recostó en la cama y siguió llorando hasta que se quedó dormida.
El amor de su vida podía morir ¿había algo peor que eso? No. Ella realmente lo amaba, el la salvo de una depresión desagradable, después de haber perdido a su padre, la amo y la cuido como su valiera algo, ella realmente podía morir si el moría.
— Betty... — murmuro Tony.
— mh? — murmuro esta.
— ¿Quieres comer algo?— betty asíntio.
— ¿Sabes algo de Jughead? ¿Puedo ir a verlo?
— Aún no ha despertado...
La rubia miró el reloj 3:09am los ojos de esta se inundaron de nuevo.
— hace horas que salio de operación, el ya debió haber despertado .
— lo se, pero, aún no despierta — Tony suspiro — Ten come ¿si? Te aviso cualquier cosa.
La rubia comió lo que puedo y dejo su plato al lado, volvió a recostarse en la cama, no tardo mucho para volver a dormir.
— Me alegra que se allá dormido — Dijo Archie viendo a la pequeña rubia dormida.
— si... — murmuro verónica — puedo sentir el dolor que ella siente.
— Todo saldrá bien, Jughead es fuerte.
Verónica asintio.
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Ya había pasado un día, Jughead aún no despetaba, Cheryl llegó a casa y miro a todos, sus ojos se cristalizaron y empezó a temblar.
— Jughead...
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