Jughead Jones queda ha cargo de la hija de su amigo fallecido, Betty Copeer... mientras el tiempo pasa Jughead Y Betty empiezan una relación amorosa, pero la culpa es más grande que el amor.
Los dos chicos volvieron a tratar de dormir, el pelinegro acercó a la rubia y la cargo para sentarla en su razgo, la rubia se separo de él y sólo lo miró.
—¿Que pasa?— pregunto el pelinegro.
—No te quiero lastimar— murmuro.
El pelinegro frunció sus cejas—Habla más fuerte—ordeno.
—No te quiero lastimar.
—¿Por qué lo dices?
La rubia suspiró —Acabas de salir de Coma, no quiero que te pase nada.
—No me va a pasar nada por querer abrazar a mi novia. —Susurro este.
La rubia no dijo nada, Casi pierde a su novio, no quería que nada le pasara.
—Papi, voy al baño— dijo esta levantándose de la cama.
—Okay, Princesa.
La rubia fue al baño y su respiración se aceleró, las lágrimas comenzaron a salir, ella en silencio se rompió, ella había muerto hace un mes, pero como no hubo sangre, ha nadie le Inporto, ella lloro tan fuerte que pensó que se quebraria, después de varios minutos se miró al espejo y vio sus ojos inchados y sus mejilla rojas, suspiro y limpio todas sus lágrimas, miró a travez de la puerta para asegurarse de que Jughead estuviera dormido, al ver que el estaba en un sueño profundo, salió del baño y se acercó a él.
Lo miro con su rostro totalmente relajado y su cabello desordenado, la rubia dejo caer otra lágrima.
—Lo siento, Juggy.
Esta salio de la habitación y fue ha otro cuarto, se recostó en la cama y se quedo dormida.
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