Jughead Jones queda ha cargo de la hija de su amigo fallecido, Betty Copeer... mientras el tiempo pasa Jughead Y Betty empiezan una relación amorosa, pero la culpa es más grande que el amor.
En el funeral no llore, no había lágrimas, no pude llorar más, subí a decir una palabra, todos decidieron que yo tenía que subir, todos dijeron que yo era la persona a la que Jughead más amo....
— Buenas tardes— dije a travez del pequeño micrófono—me rompe el corazón tener que reencontrarme con varias personas en esta situación, tener que presenciar esto... nunca creí que estaría parada aquí enfrente, viendo el ataúd donde se encuentra el amor de mi vida y jamás pensé que el se iría así de repente, sin despedirse— suspire y tomé aire— Jughead fue la mejor persona que conocí en mi vida, el me salvo cuando yo no tenía nada, ni a nadie, aún recuerdo cuando entré por primera vez a su oficina y lo vi discutiendo por que querían remplazar el puesto de mi padre, el siempre estuvo conmigo, me cuido y se aseguró que yo estuviera bien, me abrazo cuando estaba mal, Jughead Jones, fue una persona hermosa, la persona más increíble que todos pudimos conocer, el siempre fue un héroe ante todos, siempre fue trabajador y respetable, y... espero algún día volver a encontrarme con el...— Limpie una lágrima y todos sonrieron, me dirigí a su ataúd, las lágrimas empezaron a salir.
— Lo siento Juggy, perdón por no haber estado ahí cuando me necesitaste, te amo mucho, siempre te amaré.
Deje una rosa blanca arriba de su ataúd, los demás se pararon para poner rosas en aquella caja...
Después de horas en el funeral, Cheryl y yo fuimos a casa de Jughead, el aroma de este inundó mi nariz, entramos y cheryl comenzó a empacar las cosas que había en la casa, la hivan a vender...
— Si quieres llevarte algo de aquí, esta bien— dijo Cheryl tomando otra caja.
Asentí y seguí caminando por la mansión que algún día fue mi casa, sonreí al ver que Jughead aún tenía la foto que un día nos tomamos mientras hacíamos el amor.
Flash back
La rubia se sonrojo al ver las fotos tan excitantes que captó la cámara mientras hacían el amor... Dios.
– ¿Exitantes no?– pregunto el pelinegro
– Si... – está río.
– está... La pondré en la sala...
La foto era Jughead bajando el vestido de Betty mientras besaba el hombro de está. Perfecto.
– Es linda...
Fin del fash back
sonrei y tome la foto, la eche a la caja donde podría las cosas que me llevaría, subí las escaleras y entre a la habitación que antes era mía y de Jughead.
Flash back
— ¿Que pasa amor? Son las tres de la mañana... — murmuro Jughead.
— Nada Papi, solo que soñé que no me amabas, fue una pesadilla muy fea.
El pelinegro frunció sus cejas — ¿Que no te amaba? Pero que dices, tu eres lo que más amo en el mundo...
— ¿Encerio?
— Claro que si, cariño.
La rubia sonrío su suspiro aliviada — en ese caso, yo también te amo papi.
— Yo más mi hermosa princesa.
La rubia río — eres muy lindo, papi.
— encerio lo crees?
— Sip.
— tu eres más linda — susurro este.
La rubia sonrío — Podemos dormir?
— Claro hermosa...
Fin del flash back
Sonreí, los recuerdos con Jughead estaban presentes en mi cabeza, todo estaba ahí, mi corazón palpitaba con fuerza al recordar cada momento que pase con el, cada beso, abrazo, caricia, todo.
Flash back
Empezaron con un beso tierno y tranquilo, pero luego comenzó a intensificarse.
Los dos sentían mariposas con cada toque que se daban, esa calidez de sus cuerpos rozando y frotando los llevaba al borde de la locura...
Jughead levanto la hoddie de la ojiverde y lo lanzó por algún lugar de la habitación, puso su mano en la mejilla de esta y la apego más a el.
La ojiverde con sus pequeñas manos busco el borde de la playera del ojiazul y se deciso de aquella prenda que cubría un abdomen perfecto bien marcado y brazos musculosos... la rubia enterró sus manos en el cabello del pelinegro y lo apago más a él profundizando el beso.
Fin del flash back
Sonreí al recordar varios momentos con el, las lágrimas salieron de nuevo, tome cosas que había en su cuarto, tome playeras de el y hoddies, las que el me daba para que durmiera, también tomé su maldito vaso de wiski, con el que siempre tomaba, tome su reloj... lo había olvidado, primero muerta que dejar ese reloj ahí, tome su perfume, así podría recordar su olor para toda mi vida, tome otra foto de nosotros, estaba el habitación, una foto que un día nos tomamos comiendo helado, sonreí y la puse en la caja.
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