Jughead Jones queda ha cargo de la hija de su amigo fallecido, Betty Copeer... mientras el tiempo pasa Jughead Y Betty empiezan una relación amorosa, pero la culpa es más grande que el amor.
La rubia no termino de hablar pues el pelinegro la lanzó a la alberca.
La rubia salió del agua agitada sin saber nadar busco al pelinegro el cual ya estaba nadando hacia ella para tomarla en brazos.
— ¿Estas bien princesa?— la rubia asintió mientras tosía, el pelinegro la abrazo y dio unas cuentas palmadas en su espalda hasta que se le pasara, cuando se le paso la abrazo más fuerte— Te amo— murmuro en su oído.
La rubia lo miró— Yo también.
El pelinegro junto los labios de la rubia con los suyos, un beso que esperaban ambos desde hace mucho, saboreando cada parte de sus bocas como si fuera la primera vez que lo hacían .
El pelinegro salió del agua aún con la rubia en brazos y fueron disimuladamente hacia la habitación, cerraron la puerta y el pelinegro dejó a la rubia en la cama, beso sus labios tiernamente y empezó a bajar hasta su cuello, dejando leves chupetes, el pelinegro miro a la rubia y la volvió a besar pero con mas intensidad, el pelinegro bajo sus manos hasta el short mojado de la rubia y lo retiro delicadamente junto a sus bragas, volvio a besarla y fue bajando hasta llegar a su intimidad, con sus dedos acaricio sus plieges, la rubia jadeo internamente ya que los labios de Jughead seguían en los suyos, Jughead froto de arriba hacia abajo sus dedos los cuales ya se encontraban totalmente mojados, este metió un dedo fácilmente en la rubia haciendo que el beso se rompiera por un gemido de la rubia, el pelinegro bajo sus besos a la mandíbula y cuello de esta mientras metió otros dos dedos y los metía y sacaba fácilmente, la rubia jadeo más rápido y su respiración se aceleró dándole a entender que se correría, el pelinegro aceleró sus movimientos y la rubia soltó un gemido llegando a su primer orgasmo, el pelinegro delicadamente sacó sus dedos y los metió a su boca, Delicioso pensó este.
El pelinegro volvió a los labios de la rubia mientras acariciaba su pequeña cintura, empezó a bajar su mano hasta llegar a su muslo, donde lo apretó y con su otra mano acariciaba el pelo de esta.
La rubia intercambió de posición con el pelinegro, ahora ella estaba arriba de él, esta tocó delicadamente el pecho de este y se inclino para besarlo, comenzó a mover sus caderas de adelante hacia atrás haciendo una deliciosa fricción entre ambos cuerpos, el pelinegro se separo del beso y se retiro los shorts de baño que traía, la rubia sonrío y comenzó a mover nuevamente sus caderas.
El pelinegro jadeo— Bebé, ya empieza a doler...— mencionó refiriéndose a su ereccion.
—Yo te ayudo, papi— esta apoyo sus manos en el abdomen de este.
—Montame, gatita.
La rubia hubico la longitud de veinticinco centímetro en su entrada y se dejó caer totalmente, ambos gimieron.
—Mmm...— gimió la rubia.
El pelinegro tiro su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos jadeando y gruñendo.
La rubia se inclino para besarle el cuello y su manzana que estaba bien marcada, bajo hasta su pecho y dejó un chupete en este.
El ojiazul tomó de las nalgas a la rubia y comenzó ha subir y bajar más rápido, la rubia gimió y tiro su cabeza hacia atrás.
Después de varios minutos ambos llegaron al orgasmo, la rubia se dejó caer en el abdomen de este, el ojiazul abrazo a la rubia y beso su cabeza.
El pelinegro se deciso del condon y limpio con una toallitas a la rubia, se recortaron entre la gran y gruesa cobija azul.
—Lo siento papi, se que últimamente no te presto atención, y solo pienso en mis estudios, te amo mucho y no volverá a pasar— dijo esta y beso la mejilla de el.
—No pasa nada hermosa, se que me fui y esas son las consecuencias...
—Tu no tuviste la culpa— murmuro esta contra su pecho.
La rubia se quedó dormida y el pelinegro dejó un tierno beso en su frente para luego abrazarla mas fuerte y quedarse dormido...
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