HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]

CAPÍTULO 3

VAREK

Rechazo la tercera llamada de mi hermana y vuelvo a hundirme debajo de las sábanas. No tengo ganas de hablar con nadie.

Lo único que hago en todo el día es presentarme varias veces en casa de Tom para ver si alguna de ellas puedo ver a Barbara.

He llamado a Shana hace un rato y tampoco me lo ha cogido. He dejado de insistir por hoy, no voy a obtener ninguna respuesta.

Escucho abrirse la puerta principal de casa y ya huelo desde aquí el sermón de mi hermana por no cogerle el móvil.

– ¡Varek! - exclama detrás de la puerta.

– No voy a salir – le dejo claro.

– Abre.

– Vete – gruño.

– Es importante, déjame entrar.

Me levanto enfadado y le abro de mala gana.

– ¡No hay nada más importante que no sea recuperar a Barbara! - le grito.

– ¡Se trata de ella! - se le llenan los ojos de lágrimas.

– ¿Qué pasa? - la cojo bruscamente del brazo.

– Ella... - solloza.

– ¡Habla maldita sea! - gruño.

– Ha estado a punto de morir...

Suelto el agarre y me congelo en el sitio. No quiero pensar que he escuchado bien. Una cosa es pensar perderla por decisión propia y otra muy diferente es perderla porque muera. No lo pienso permitir.

– ¿¡DÓNDE ESTÁ?! - grito bajando las escaleras como un rayo.

– En el hospital general – viene detrás de mí – déjame conducir a mí.

– No – espeto.

– No quiero que conduzcas en ese estado de nervios.

– O te subes o me voy solo – aviso llegando al coche.

Termina montándose a mi lado y arranco rápidamente.

– Varek por favor – susurra sujetándose fuerte del asiento.

La ignoro y me salto dos semáforos en rojo más. No estoy para perder el tiempo.

– ¡Varek! - exclama – Si sigues conduciendo así los que no vamos a sobrevivir somos nosotros.

– Cállate – ordeno.

Dejo el coche mal aparcado y entro en el hospital. Miro hacia todos lados y no sé para donde ir. Mi hermana gira a la derecha y la sigo sin pensar. Llegamos a una sala de espera donde solo están nuestros familiares.

– Varek – susurra Shana con los ojos rojos.

– ¿Dónde está? - pregunto mirando los pasillos.

– Nadie puede verla todavía.

– Necesito verla – digo.

– La verás, pero no en este momento – Tom me pone una mano en el hombro.

– ¡TENGO QUE VERLA YA! NECESITO DECIRLE QUE LA QUIERO – le grito.

Me suelto de su agarre y comienzo a mirar pasillo por pasillo. No sé donde coño puede estar.

Abro puertas y la gente que hay dentro se me queda mirando sorprendida. Me da igual poner el hospital del revés, no voy a parar hasta encontrarla.

Tom y Max me cogen por los hombros en un intento de pararme.