HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]

CAPÍTULO 41

BABI

Llegamos a la casa donde vamos a pasar esta semana y me quedo fascinada. Todo es de color blanco y azul, como había visto tantas veces en fotos.

Cada uno tiene su propia casa y están todas correlativas, casi que pillamos una calle entera de este lugar.

Dejo las maletas en la habitación e inspecciono un poco más el lugar. Es pequeño pero acogedor y lo mas bonito es la piscina con vistas al mar.

– ¿Te gusta? - le pregunto a Emy que viene gateando detrás de mi.

Asiente con la cabeza y abre mucho los ojos cuando ve la piscina. Es la primera vez que se va a bañar en una.

Lanza su pato que lo tiene en la mano y cae al agua. Suelta una carcajada y sigue gateando. La cojo antes de que llegue a la piscina porque es capaz de tirarse de cabeza en ella.

– ¿Quieres bañarte? - la señalo.

Asiente y aplaude. Le quito la ropa y le pongo su bikini de fresas encima del pañal.

– Papa – llama a Varek.

– ¡Voy princesa! Me estoy cambiando.

Me pongo yo también el bikini y cojo su flotador. La meto en él poco a poco y chilla feliz cada vez que el agua la cubre más.

– Mmm – sonrío – que fresquita.

Inclina la cabeza y se mete agua en la boca.

– ¡No! - le regaño y empieza a toser - ¿Ves? Si tomas este agua te puedes ahogar.

Le doy golpes en el pecho y toma una respiración honda.

Se pasa la lengua por los labios y pone cara rara. Me río porque el agua de esta piscina es salada y es eso lo que nota raro.

– Este agua no se puede beber cariño. Solo está para bañarnos, ¿lo entiendes?

Pasa de mi y sonríe señalando a Varek cuando está detrás de mi.

– Papapapa – chapotea en el agua.

– Hostia que fría está – se le pone la piel de gallina cuando empieza a meterse.

– A ella no le ha importado lo más mínimo – me río.

– Emy, ¿está fría el agua? - le pregunta.

Pasa de la pregunta y extiende sus brazos. Varek la abraza y me muestra sus dientes sonriendo.

– Te como la cara – me acerco a ella – dale un beso a mamá ahora mismo.

En vez de dármelo, me lo lanza y Varek se descojona.

– No, así no. Lo quiero aquí – me señalo los labios.

Me saca la lengua y suelta una carcajada.

– ¿Se puede saber por qué eres tan mala? - le hago cosquillas.

– ¿Bababb?

– No sé lo que dices pero dame un beso – pongo mis labios casi en su boca.

– ¡BABA! - exclama con fuerza y se separa de mi.

– Nunca le puedes negar un beso a mamá y a papá, ¿vale? - intento explicarle.

– Gua gua – busca al pato con la mirada.

– Es cua cua – le explica Varek.

– Gua gua – chapotea en el agua.

Cojo el pato y se lo enseño.