HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]

CAPÍTULO 27

VAREK

Cojo mi bolsa de entrenamiento y espero a que Barbara esté lista. Desde que le hablé de Bill no ha dejado de insistir en que quiere venir a entrenar conmigo.

Ahora me tengo que callar, fui yo quien le di la idea de que viniera y quien le ha metido ideas sobre él en la cabeza. Me interesa saber su opinión como mujer, el gimnasio entera babea por él.

– ¿Que te queda? - pregunto cansado.

– Ya casi estoy.

– ¿En serio te estás maquillando? - pregunto incrédulo.

– Solo un poco de base – sonríe inocente.

– Te recuerdo que tienes novio.

– Ya, y lo quiero mucho – se acerca y me da un beso.

– Ya – pongo los ojos en blanco – vamos.

Nos subimos al coche y pongo el aire acondicionado. Ya empieza a hacer bastante calor, el verano ya esta aquí.

– Como intentes ligar te echo – aviso.

– ¿Celoso tan pronto? - pregunta juguetona.

– Hoy estoy contento. No hagas que eso cambie.

– Ha sido tu idea traerme – se encoje de hombros.

– Una idea buenísima – digo irónico.

– Solo quiero conocer a tu súper entrenador – dice mientras se mira en el espejo.

– Barbara... - advierto.

– Como me llames así juro que me lo tiro – se cabrea.

Aparco el coche y cojo de su cuello antes de que pueda salir.

– Ten cuidado con lo que dices – le muerdo el labio.

– Ten cuidado con como me llamas – me devuelve el gesto y sale del coche.

Respiro hondo y salgo. Hay que tener una paciencia con ella de locos. Sé que no se va a tirar a nadie que no sea yo, pero nada más de pensarlo me pongo histérico. Además tampoco debo preocuparme por Bill, sabe la relación que tenemos y jamás se metería.

Entramos y casi todos se nos quedan mirando. A mi las mujeres y a ella los hombres. Es el pan de cada día cuando estamos juntos. Yo también pienso que hacemos la pareja perfecta.

– Buenos días – nos saluda Bill – me alegra que hayas venido Barbara. Y tranquila – se ríe.

– Siento lo del otro día – se toca el pelo nerviosa.

'Le ha gustado'.

– ¿Que te apetece hacer? - le pregunta.

– Lo que sea, pero quiero moverme.

– Tú – me señala – calienta la primera hora. Luego nos ponemos con el circuito. Id a cambiaros y os espero aquí.

Barbara le sonríe coqueta y la voy a matar. Entramos a los vestuarios y aprovecho que no hay nadie para acercarme a ella.

– Deja de sonreírle así – la acorralo entre mi cuerpo y la pared.

– Solo estoy siendo amable – me mira con inocencia.

– Usa tu amabilidad solo conmigo, ¿queda claro?

– ¿Desde cuando mandas tú en mí? - enarca una ceja.

– Desde ahora – me acerca a su boca.

– Me pone que seas así – pasa la lengua por mi barbilla.