CAPÍTULO 48

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BABI

– Creo que está arrepentido – habla Shana a mi lado.

– ¿Quién?

– Varek – me mira.

Inspiro hondo y miro hacia al techo. La cama rebota cuando se pone de perfil y la miro.

– ¿No crees? - pregunta.

– Ahora mismo no quiero pensar en él – admito.

– Yo creo que se ha dado cuenta del cagadón que se ha marcado – se muerde una uña.

– Siempre hace lo mismo – me encojo del hombros – no me sorprende.

– Yo creo que con el beso que te ha dado delante de Emy lo ha demostrado todo.

– Lo ha hecho por ella.

– Babi – niega con la cabeza – las dos sabemos que Varek no hace las cosas por nadie. Si te lo ha dado es porque lo ha sentido, no hay más.

– Yo que sé tía – me paso las manos por la cara – no quiero rayarme.

– Yo solo te digo que va a volver en cuanto tú quieras.

– Lo mismo pasa con Tom – me pongo de lado igual que ella.

– Ya – asiente.

– ¿Qué has hecho con las flores que te ha mandado?

– Ponerlas en agua – dice simple.

– ¿No tienes nada claro?

– Quiero estar con él pero no me fio de que haya cambiado ya.

– Si no le das una oportunidad no lo vas a saber.

– ¿Cuántas oportunidades hay que darle a una persona? - pregunta cansada.

– Cada persona tiene un límite. Si crees que la merece, dásela. Sino, déjalo. Pero no te marees ni a ti ni a él.

– Solo necesito unos días más. Y ahora con esto no tengo ganas de decidir nada.

– Por mi tomate el tiempo que quieras, lo digo por vosotros. No creo que os agrade estar así.

– Pues no – suspira.

– Pero haces bien en atrasarlo. Yo también necesito estar concentrada.

La alarma de mi móvil suena y la adrenalina sube por mi cuerpo.

– Es la hora – digo poniéndome de pie.

– Allá vamos – Shana se frota las manos con ansias.

Saco del cajón todo lo necesario y se lo doy.

– ¿Crees que estará dormida? - pregunta.

– Mas nos vale que si.

Dejo toda la casa apagada y meto las llaves dentro de mi sujetador. Vamos hasta la casa de Martha en silencio y antes de traspasar la valla cojo a Shana del brazo.

– No quiero ni un solo ruido – le recuerdo.

– Estás hablando con una agente del FBI – susurra y me guiña un ojo.

– Más quisieras – sonrío.

– Vamos – saca las cosas.

Me pongo los guantes, bolsas en los zapatos y un pasamontañas negro. Lo último que quiero es que alguien nos reconozca.

Shana me imita y asiente con la cabeza. Rodeamos sigilosas el jardín y miro la ventana más baja que hay.

– Cógeme – susurro.

HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora