HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]

CAPÍTULO 45

SHANA

Mi turno termina y recojo las cosas. Uno de mis compañeros me acompaña a la puerta y veo que todavía no está Tom.

Esta mañana he tenido que dejar el coche en el taller por unos problemas y él me ha traído al trabajo. Ahora tengo que esperar a que venga.

– ¿Seguro que no quieres que te lleve? - me pregunta Ryan.

– No – sonrío – mi novio tiene que estar a punto de llegar. Gracias igualmente.

– No me importa eh – me muestra las llaves del coche.

– No te preocupes. Tu mujer debe estar esperando.

– Si – mira el reloj – nos vemos mañana entonces.

– Descansa – le digo.

Le doy un abrazo pequeño y segundos después aparece Tom con el coche.

– Hola – le doy un beso.

– Hola – dice serio.

– ¿Pasa algo?

– No.

Lo miro extrañada y pone rumbo a casa.

No me pregunta como me ha ido como todos los días, ni siquiera mira en mi dirección. No sé que mosca le ha picado. Me encojo de hombros y miro mi móvil. 'Ya se le pasará'.

Llegamos a casa y me doy una ducha.

– ¿Que te apetece cenar? - le pregunto entrando a la cocina.

– No tengo hambre – dice mientras bebe agua.

– ¿De nada? - me vuelvo a extrañar.

– Nada, me voy a dormir.

– ¿Qué te pasa Tom? - lo cojo por el brazo.

– Nada – se suelta y se va.

Me caliento una sopa que hay en la nevera precocinada y ceno pensando en él.

No hemos vuelto a tener una pelea desde que estuvimos en Grecia. De hecho al medio día cuando me ha dejado en el trabajo estaba bien. No es normal que esté así. Es un hombre alegre y cariñoso. Sé que algo le pasa.

Subo a la habitación cuando termino y enciendo la luz. No pienso irme a dormir sin saber que estamos bien.

– Apaga – gruñe y se pone la almohada en la cara.

– Tom – lo llamo y me siento al lado de él – Dime que te pasa. ¿Es algo del trabajo?

– Te he dicho que no me pasa nada. Ahora por favor, quiero dormir.

Le da al interruptor y vuelvo a encender la luz.

– No vas a dormir hasta que me cuentes que mierda te pasa – me pongo nerviosa.

– ¿Es que me tiene que pasar algo? - pregunta molesto.

– Tú no eres así – niego con la cabeza.

– Pues hoy si – me da la espalda.

– ¿Esa es la madurez que tienes? ¿Enfadarte por algo que ni siquiera me dices?

– ¡No estoy enfadado! - exclama y se sienta a mi lado.

– ¿Entonces qué es?

– ¿Quien era el hombre con el que hablabas a la salida?

Frunzo el ceño y lo miro asombrada.

– Mi compañero de módulo, ¿por qué? - me cruzo de brazos.