VAREK
– Mi hija no ha podido hacer eso – niega Tom con la cabeza.
Tomo otro trago de whisky y muevo despacio la cuna de mi hija para evitar que se despierte.
– ¿En serio te lo crees? - sigue hablando.
– No – admito.
– ¿Entonces porqué estás aquí?
– Porque se me ha cruzado el cable y necesito que tenga una buena explicación.
– Estoy seguro que ella también está en blanco con todo esto.
– Ella debe saber de cuando es la foto. Ya le he dicho que cuando quiera decírmelo, aquí estaré.
– ¿Y que tiene que ver Emy en todo esto?
– Mi hija es la única que puede calmarme.
– Eso no es motivo para llevártela como lo has hecho.
– Puede venir a verla – doy otro trago.
– Su casa no es esta Varek.
– No he venido a discutir contigo Tom – me levanto – si puedo quedarme aquí bien, sino me voy con mi hermana y Max.
– Puedes quedarte, pero estás haciendo las cosas mal.
– Igual de mal que tú con Shana – le echo en cara.
Cojo a la niña y subo a la habitación de invitados. Me tumbo y la pongo encima. Aspiro su aroma mientras una lágrima recorre mi mejilla.
– Papa – susurra.
– Dime princesita.
– Te ero – me mira adormilada.
– Yo también te quiero – sollozo.
Me abraza por el cuello y me derrumbo con ella.
No creo que Barbara haya sido capaz de hacer algo así, pero tampoco me cuadra nada. La foto no miente y la fecha no lo sé. Pero parece real, está grabada legalmente y no parece que sea mentira.
Ella tiene que saber perfectamente quien es y no me ha dado explicaciones de nada. No me sirve que me diga que no es verdad y que se quede ahí. Necesito más para estar tranquilo.
– Teno abe – susurra.
'Mierda, pensaba que había comido ya'.
La cojo en brazos y bajo.
– ¿Tienes potitos de la última vez que se quedó aquí? - le pregunto a Tom.
– Queda uno en la nevera.
– Esta tarde iré a comprar.
Lo caliento y la siento encima de mi regazo.
– Ta beno – sonríe.
Es imposible no calmarme con ella. La necesito como el aire para respirar.
– Tienes que comértelo todo – acaricio su mejilla.
– ¿Mama? - pregunta con los ojos brillosos.
– Está comprando con la tía Shana. Luego viene.
Asiente y sigue comiendo hasta que termina todo.
– Te he dejado un plato de comida ahí – señala Tom la encimera.
– Gracias – le digo.
– Come, yo me subo con la niña a dormir.
– Vale.
Le doy un beso y se suben los dos. Tardo en comer más de lo normal porque tengo el estómago cerrado.
Una hora después, me tumbo en el sofá e intento descansar.Casi cuando estoy dormido, suena el timbre. Me levanto cansado y abro.
Barbara me aparta de un empujón y Shana entra sin mirarme.
Subo a por Emy que ya está despierta y aviso a Tom de que están aquí.
– Cariño – la coge de mis brazos.
– Mama – sonríe ella.
– ¿Estás bien aquí? - pregunta.
Asiente contenta y señala el sofá para que se siente con ella. Me echo a un lado y le sonrío a mi hija. No quiero que ella pague por nuestros problemas aunque creo que ya es un poco tarde.
– Vas a estar unos días en casa del abuelo, ¿vale?
– ¿Oe?
– Porque tengo cosas que hacer con la tita – la señala.
Tom baja y se queda sentado en el último escalón. Shana no lo mira y él se pasa las manos por la cara nervioso.
– El abuelo te va a cuidar muy bien. Voy a venir a verte todos los días – le sonríe.
– ¿Papa? - me señala.
– Si papa también te va a cuidar – asiente.
– Eso – pone morritos.
Barbara le da un beso y ella niega con la cabeza.
– Mama papa. Eso – me señala.
Sabe que siempre nos damos besos y ahora ve raro que no lo hagamos.
Barbara se desliza en el sofá con ella y me da un beso en la mejilla. Aprieto los puños y me trago las ganas de llorar.
– Oca – se señala la boca.
– Ya está Emy – le dice su madre.
– Oca – hace un puchero.
– Vale vale.
Barbara pega sus labios a los míos tan suavemente que apenas lo he notado.
– Oto – mi hija nos mira seria.
– Emy... - suspira.
La cojo de la barbilla le doy un beso en condiciones. No quiero ver a mi hija preocupada. Ella aplaude y Barbara se aparta sin mirarme.
– Papá – llama a Tom – aquí tienes potitos, pañales, su crema del cuerpo y juguetes. También dos chupetes de más por si pierde el que tiene.
Mi hija se va al suelo y empieza a jugar con su pato preferido.
– ¿Cuánto va a durar esto? - le pregunta él.
– Lo que sea necesario – se limpia una lágrima.
– ¿Por qué no estás trabajando? - le pregunta a Shana.
– Tengo una semana de asuntos propios.
– ¿Qué vais a hacer? - me acerco a ella.
– Cosas – dice simple.
– Nadie se pide una semana de asuntos propios así porque así – la miro desconcertado.
– Solo quiero descansar – se encoge de hombros.
– ¿Qué vas a hacer? - le pregunto a Barbara.
– Nada que te interese – pasa por mi lado y me choca el hombro.
– No te metas en problemas – advierto.
– Te has ido de casa para no saber nada de mi ¿no? - solloza – Pues por favor, a partir de ahora no te metas en mi vida.
– Barbara... - quiero decirle que eso no es exactamente así.
– Papá si necesitas algo ven a casa. Igualmente vendré todos los días – me corta.
– Vale – asiente.
Salen sin decir nada más y me quedo mirando con lágrimas en los ojos. Observo a Tom y veo que está igual. Sube las escaleras de nuevo con el ánimo por el suelo y yo me dejo caer en el sofá.
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HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]
Любовные романы{ TRILOGÍA 001 } SEGUNDO LIBRO DE LA TRILOGÍA. EL PRIMER LIBRO ESTÁ DISPONIBLE EN MI PERFIL La vida de ambos está destrozada. Quieren guiarse por la razón, pero al final siempre acaba mandando el corazón. ¿Conseguirán obtener la confianza que les f...