HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]

CAPÍTULO 23

VAREK

Cierro la puerta del coche de un portazo y respiro hondo. Jamás me hubiese imaginado tener una novia tan sumamente tonta. Solo se le ocurre a ella hacer este tipo de cosas.

Debería cumplir lo que he dicho y no ayudarla. Se piensa que todo lo que hace está bien y lo único que consigue es meternos en problemas.

Marco el número de Gia y espero que pueda ayudarme.

– ¿Si? - contesta.

– Tengo un problema – digo.

– Estoy de descanso, ¿quieres venir a mi casa?

– Mándame la ubicación.

– De acuerdo.

Me llega a los segundos y pongo rumbo hacia su casa. Mi mente solo piensa en el cabreo que tengo y no tengo nada claro ahora mismo. La sangre me hierve y solo quiero matarla.

– Siento venir de esta manera – me disculpo cuando me abre.

– No te preocupes, pasa.

Nos sentamos en el sofá y suspiro cansado.

– ¿Quieres algo de beber o de comer? - pregunta.

– No, no tengo ni tiempo ni ganas.

– Cuéntame entonces.

– Barbara está detenida – digo directamente.

– ¿Qué? - abre mucho los ojos.

– Se le ha ido la cabeza con Martha.

– ¿Qué le ha hecho?

– No sé – me toco las sienes – ni siquiera se si está viva.

– Mierda – gruñe.

– ¿Puedes ayudarme? - pregunto. Ella es policía y seguro que tiene mas idea que yo.

– Llama a Max – se levanta con prisas.

– ¿A donde vas?

– Llámalo, corre – habla agitadamente - necesitamos un abogado. Tengo que ir a hablar con Martha.

– Gia...

– Vuelvo lo más pronto posible. Esperadme aquí.

Sale por la puerta con mucha prisa cogiendo la placa de policía en el acto y llamo a Max antes de tardar más.

Le pido que venga y a los quince minutos está aquí. Le cuento todo lo que ha pasado y se lleva las manos a la cabeza.

– ¡Pero a quién se le ocurre! - exclama mientras da vueltas por el salón.

– No sé que voy a hacer con ella.

– Por lo pronto ayudarla – se sienta a mi lado - ¿Qué tiene que hablar Gia con Martha?

– Yo que sé – me quedo pensativo – será necesario.

– ¿Quién mas sabe de esto?

– Solo nosotros. Creo – digo.

Le damos vueltas al tema y nos derretimos la cabeza. Una hora después llega Gia igual de agitada.

– Hola Max – se sienta – escucha bien lo que te voy a decir. Eres el único capaz de sacar a Barbara de allí. Yo puedo darte todo lo que necesitas pero no voy a poder hacer más.

– Está bien. Dime.

– He hablado con Martha y está bien. No va a presentar ningún cargo contra ella.