HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]

CAPÍTULO 50

BABI

Marco el número y rezo porque sea Joss.

– ¿Si? - contestan.

– ¿Joss? - pregunto.

– Si, ¿quién es?

Celebro en mi interior y me concentro en él.

– No sé si te acordarás de mi... Soy rubia y nos conocimos en una discoteca.

– Mmm... - se queda pensando.

– Nos acostamos en mi coche – soy más específica.

– Ah, ya – cae.

– Me gustaría hablar contigo en persona, ¿puedes?

– Pues... - duda.

– Es importante, por favor.

– Está bien. ¿Nos vemos en la puerta de esa misma discoteca?

– Genial – digo – A las 10.

– Bien.

Cuelgo y Shana aplaude.

– Estaré esperándote – sonríe.

– Voy a vestirme que no me da tiempo – miro la hora.

– No vayas provocativa a ver si se va a creer otra cosa – se ríe.

– Voy a estar el menos tiempo posible, no me voy a arreglar a penas.

Me pongo unos vaqueros y un top y estoy lista. No me interesa ponerme alucinante y mucho menos para él.

– Toma las cosas – las mete en un bolso grande.

– Adiós – me despido con la mano.

Cojo el coche y conduzco hasta el sitio. Menos mal que me acuerdo de como llegar. Aparco en la misma puerta y Joss ya está ahí.

– Hola – saludo llegando.

– Hola – me mira de arriba abajo.

– ¿Podemos ir a un sitio más tranquilo? - propongo.

– Si – asiente.

Nos metemos en un bar de copas en el que apenas hay música y nos sentamos en una mesa.

– ¿Que vais a querer? - pregunta un hombre.

– Eh... - pienso rápido – un licor, me da igual cual sea.

– Vodka a secas – pide Joss.

El camarero se va y pongo mi atención en él.

– Te aviso desde ya que llegas tarde. Ahora tengo novia – dice antes de que pueda hablar. 'Este es tonto'.

– No tiene nada que ver con eso – niego.

– ¿Entonces?

– ¿Conoces a esta mujer? - le enseño la foto de Martha.

– Si – arruga la boca.

– ¿De qué? - pregunto.

– Estuve con ella un par de meses.

– ¿Hace mucho?

– ¿Oye a que viene todo esto? - pregunta confuso.

Le resumo todo lo que estoy buscando porque si no no me va a dar ninguna explicación, y yo no estoy para perder el tiempo.

– Estuve con ella hace dos años – se lleva la copa a la boca – y luego la dejé.

– ¿Sabías que tenía un problema?