CAPÍTULO 46

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BABI

– ¿Cómo estás? - le pregunto a mi amiga cuando se sienta en la mesa.

– Confusa – suspira.

– ¿Quieres ir a hablar con él?

– Por ahora no – niega.

Lleva tres días con nosotros pero no nos importa. Sabemos que no está bien y lo mínimo que podemos hacer es ayudarla y apoyarla.

Yo también fui a su casa cuando tuve problemas con Varek y me cuidaron mejor que nadie.

– Tomate tu tiempo – le dice Varek.

– Ita ite – la mira Emy con pena.

– Si, la tita está triste, pero si le das muchos besos se pone contenta.

La abraza desde su silla y le da un mini beso en la nariz.

– Ya no estoy triste – le sonríe – nosotras vamos a ir a dar un paseo, ¿a que sí?

– Ti – asiente contenta.

– Yo tengo que ir a entrenar – Varek se levanta.

– Y yo quiero ir a ver a papá.

– Shana te dejo las llaves de casa, seguramente llegues antes que nosotros.

– Está bien.

Varek nos despide y me cambio rápido, no quiero que se me eche la mañana encima.

– Nos vemos después.

– Ios mama – me lanza un beso.

– Adiós cariño – le doy uno.

Las dos salen por la puerta y yo salgo con mi coche. Llego a casa de mi padre y está todo en silencio.

– ¿Papá? - lo llamo.

No responde y subo arriba. Su despacho está vacío y me parece raro. A estas horas suele estar trabajando. Entro a su habitación y está tumbado en la cama.

– Papá – me siento a su lado.

– ¿Cómo está? - pregunta débil.

– Está – digo simple.

– ¿No quiere volver?

– Vamos abajo – me levanto – te voy a preparar un café.

– No tengo ganas.

– Es una orden – le sonrío – vamos.

Dejo que se tome su tiempo y mientras preparo un café para cada uno. Baja desanimado por las escaleras y se sienta en el sofá.

– ¿Qué te pasa con ella papá? - me pongo a su lado.

– Tengo miedo – gira la taza entre sus manos.

– ¿Miedo de qué?

– De que pueda fijarse en otro hombre.

– Mas joven que tu, ¿no?

– Si.

– Nunca has sido así, ¿por qué ahora? Shana nunca te ha dado motivos para desconfiar.

– Sé que no tiene la culpa de nada, solo la tengo yo.

– Entonces no puedes enfadarte con ella cada vez que te plazca.

– Ya – susurra.

– Papá mírame – le quito la taza - ¿La quieres?

– La amo – me mira obvio.

– Entonces deja los miedos. Te los has creado tú solo. Si quieres estar con ella debes confiar.

HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora