CAPÍTULO 5

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VAREK

Por fin mañana volvemos a casa. Babi se está recuperando bastante bien y me siento orgulloso. Yo también estoy mejor gracias a ella, nos estamos apoyando mutuamente y poco a poco veo el final de todo esto. Tengo muchas cosas pendientes por hacer con ella y estoy deseando verla bien al cien por cien.

Salgo de la habitación y busco a mi hermana y a Shana.

– Iros a descansar – digo acercándome – mañana podremos irnos.

– Que alegría – suspira Shana.

– Nos podemos quedar aquí por si necesitas algo – dice Melody.

– No te preocupes – le doy un beso – estamos bien. Mañana podéis venir a casa o cuando queráis.

– Descansad entonces – me abraza Shana – dale un beso de nuestra parte.

– Hasta mañana.

Saco un sandwich de la máquina expendedora y voy hacia la habitación de nuevo. Al final me ha acabado gustando la comida de aquí, aunque nunca se podrá comparar con la que me preparaba mi novia. Es increíble en todo lo que hace.

– ¿Te lo has comido todo? - pregunto y me siento a su lado.

– Si – asiente.

– ¿Estás bien? - me pongo nervioso. Está un poco más pálida de lo normal.

– Me molesta la barriga, pero todo bien – me sonríe.

– Túmbate Barbie – le ayudo – así estarás más cómoda.

Cierra los ojos y respira hondo. Le doy su espacio porque no me gusta agobiarla cuando se encuentra mal.

Me como el sándwich con ganas, los dos últimos días he empezado a tener hambre y eso es buena señal, además de que con Barbara estoy durmiendo bastante bien.

Ella también ha comido más en algunos momentos que le ha apetecido y me alegra muchísimo. Ya no le cuesta tanto terminarse los platos. De hecho, empieza a comerlos con gusto.

Recuerdo que ella siempre ha sido fan de la comida. Podía comer más que todos los demás juntos. Tengo mil ganas de verla comer así de nuevo, significará que está completamente bien.

– Barbie – le cojo la mano – tranquila. ¿Quieres que llame a Steve?

– No – susurra.

Ya está pálida del todo y su piel está fría. Su cuerpo tiembla y le echo la sábana por encima.

– Lo estás haciendo genial – la animo – verás mañana que alegría cuando estemos en casa.

– Tengo ganas – sonríe débil.

– Tienes que seguir así – le sonrío.

– Abrazame un poco – pide.

La estrecho en mis brazos y el corazón me golpea fuerte. Lleva días sin notar dolores o náuseas y ahora sé que no está bien. Me preocupa que no avance como creía que lo estaba haciendo y tenga que seguir aquí por más tiempo.

– Ya está – le acaricio - ¿necesitas algo?

– El baño – dice con los dientes apretados.

Una punzada de dolor me atraviesa el pecho y la ayudo a levantarse. La llevo de la mano hasta el baño y se agacha para vomitar. Me paso una mano por la cara nervioso. No puedo verla así, de verdad que no puedo.

Me siento a su lado y la pongo encima mía para que esté más cómoda. Cojo su pelo y espero a que deje de vomitar. Dejo besos en su espalda y se la acaricio, necesito transmitirle mi apoyo de cualquier manera.

HABITACIÓN 001 [+21] [2 PARTE DE CELDA 001] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora