CAPÍTULO 03

58 6 0
                                    

"INJUSTO"

—No, yo no he hecho nada malo, no hay que llegar a este extremo.— digo mientras forcejeo con Esko.

Claro que hay que llegar a ese extremo contigo.
Gracias por el apoyo, conciencia, se agradece.
De nada, para eso estamos.

—Vamos, por favor no quiero hacerte daño.— ruega mientras me arrastra.

—Esko, por favor.— digo dando dos paso hacia atrás pero el de un tirón me hace caminar tres.

—Soy tu maldito alfa, hazme caso.— sube el tono de voz.

No, yo no le hago caso a nadie.

Me suelto de su agarre y echo a correr, escucho como Esko gruñe y me persigue.

Mierda... ahora si mi reputación era mala, ahora peor. Pero eso nunca me ha importado, pero ahora si, ahora ame importa por que según mi reputación juzgarán...

Corro con fuerza pero no encuentro la salida, me pierdo entre los pasillos blancos de este edificio.

—Nunca podrás seguir órdenes ¿no?— escucho el comentario amargo, miro hacia atrás y luego giro a la derecha.

Parece una puta película de terror.

Siento un fuerte peso a mi espalda, me hace chocar con la pared y en seguida siento su aliento a fresa en mi mejilla.

—No sabes cuánto me pone que seas rebelde, pero odio cuando te pasas. Y esta vez te has pasado, tus madres están de acuerdo en traerte aquí. Intentabas escapar, no puedes hacer eso, lo sabes ¿verdad? Sabes que no puedes hacerlo.—

—A mi nunca me han atado las reglas y no lo harán ahora.— gruño forcejeando pero me aprieta más sobre la pared, escucho varios pasos y luego a varios de seguridad.

Gruño mientras mis colmillos crecen, no puedo sacar mi loba, nunca he podido y obviamente no iba a ser hoy la especialidad.

Mis muñecas son atadas con esposas de metal y Esko todavía me sostiene mientras yo gruño, le transmito todo el odio con la mirada y él solo me mira com un poco de vergüenza.

Forcejeo pero todo es en vano cuando me pinchan e introducen un líquido que me hace marear, me tambaleo y pierdo la fuerza.

—No hagas esto...— murmuro aturdida y por fin caigo, inconsciente.

<<<<<<<<<<

Golpeó la puerta de metal con los puños cerrados.

—¡Sabes que no merezco estar aquí! ¡Sácame! Maldito alfa.— gritó furiosa, miro el espejo y se que hay alguien detrás de este que me observa, me acerco. —¿No te presentaras?— gruño con veneno.

Y la puerta se abre, Wany y Fire entran, la ira aumenta, la desesperación, la traición, frustración y furia.

Verlas es la gota que colma el vaso, siento la energía recorrerme, y luego soy una loba, una de pelaje negro y ojos negros.

Gruño mientras doy pasos atrás y choco con la pared.

—Cariño...— dice Fire haciendo el ademán de acercarse pero yo gruño haciendo que se aleje.

Camino hacia la otra esquina, intentando llegar a la puerta abierta tras ellas.

—Keira...— dice Wany, pero yo gruño mostrando mis dientes y me impulso, corro hacia la puerta pero el de afuera es más ágil y cierra la puerta haciendo que choque con ella y caiga al suelo con un dolor en el hombro.

—Mi amor...— dice Fire acercándose a mi, estoy yo, otra vez, humana.

—Aléjate.— esquivo bruscamente su mano, me levanto con furia del suelo a pesar del dolor en mi hombro y costado izquierdo.

—Keira, sabes que contigo esto es necesario... lo hablamos, sabías lo que teníamos que hacer, tú destino, no había opción...—suspira Wany—Joder, no podías hacer esto, tenías que planear escapar.... Mierda, K, al menos lo hubieses disimulado, sabes que Yoni no lo sabe hacer, le descubrieron.—

—Wany.— llama la atención Fire.

—Oh vamos, mamá, ¿ahora me dirás que lo hubiese hecho rápido? No me mientas, mamá, jamas me hubieseis apoyado, ni siquiera queréis que vaya a la universidad.—

—Esto no es bueno...— murmura Fire.

—¿Y hasta ahora te da cuenta?— levantando los brazos para señalar la habitación de interrogatorios.

—Sabes que no pararía.— dice Wany poniendo una mano en el hombro de Fire

—Es nuestra hija, Wany.— dice Fire

—Esto es innecesariamente necesario.—bufo al espejo.

—Ya tuvisteis los dos minutos.— entra un hombre por la puerta, con traje negro, de unos 37 años.

Mamás salen y yo me quedo allí, en la esquina frente al espejo mirándolo por el reflejo.

—¿Sabes donde estas?—pregunta y sonrió amargamente.

—El edificio que significa todo lo que un lobo no quiere representar.— digo—Y yo no merezco estar aquí.—

—¿Estas segura?—

—Completamente. Yo solo quería ser libre ¿es eso un delito? No quería tener una vida de mierda, no quiero ser prisionera toda mi vida en una manda donde los demás son felices y yo estoy prisionera, eso no es justo.—Respondo a su pregunta—Creía que los únicos corruptos era los políticos humanos, pero olvidé que nosotros somos mitad humanos.— comentó con amargura.

—Sabes perfectamente que no somos iguales, no completamente y esto no es corrupción, estás aquí por las razones, por tu reputación, sabes muy bien que esto es lo único que te para.— explica caminando por la habitación mientras yo me quedo en la esquina.

—¿Parar? ¿De que hablas?— preguntó

—Siempre has sido una niña muy revoltosa, Keira, siempre, aún no sabes ni como transformarte. Eres reverles y nunca te han orado las leyes ni las reglas, por eso eres peligrosa, por eso sabes que es necesario tenerte aquí.—

—¿En una maldita cárcel?— preguntó furiosa

—No es una cárcel.— dice tranquilamente el hombre con traje

—Oh, yo creo que si, y mucho peor.— digo con veneno.

—Tu juicio se hará dentro de dos días.—es lo último que dice y la puerta se abre. Dos hombres entran y el hombre sale, los dos hombres se acercan a mi y aunque forcejeo da igual por que me dejan inconsciente.

Corro, corro lo más rápido que puedo, todos me persiguen, incluso Esko... él encabeza el grupo y no entiendo por que me persiguen, por que tienen lanzas y por que me miran de esa manera... con odio, con repulsión, con decepción y lo que más me duele es que mi madres van ahí...

Despierto de golpe y me encontró en una habitación, con una reja como puerta, otra cama al otro lado de la habitación, vacía.

Me levanto de la cama y pese a mi mareo me acerco a las barandillas de metal y lo que veo me deja alucinada.

Miles de jaulas, de celdas y de personas... guardias rondando mientras otro golpean a los que gruñen y muestran los colmillos.

¿Donde estoy? ¿Que es esto?

CASUALIDAD PROHIBIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora