"DESQUITANDONOS"
Me quedo junto a Dipp y hacen las presentaciones incluyéndome, Dipp se sienta en el sofá que acaba de desocupar Noah, yo me pongo en el borde de este y le pongo una de mis piernas a Dipp, este la acaricia y yo acostumbrada no digo nada, a demás le extrañe.
Siento la mirada de Lennox y escucho sus suspiros pesados de malhumor, me miró de reojo y veo que está cruzado de brazos, sus puños apretados, la mandíbula tensa y parece cabreado pero sereno.
Estamos arreglados y él y yo sabemos como es todo esto, como es nuestra relación, la cual no es amorosa.
—Me toca—pido levantándome y enarco una ceja al ver la mirada tan fría, tan furiosa de Lex, lo paso por alto, me siento entre Noah y Lex.
—¿Tu juegas?—pregunta burlón Byron, el único nombre que se me quedo en las presentaciones hace un momento.
Decido ignorarlo y coger el control, pero al sentarme Lex me da en un pecho.
—Me has dado en la teta.—me quejo en broma.
—¿Cual?—pregunta burlón haciendo que los demás se rían, el mal humor de Lennox hace que el mío se dispare.
¿Ahora a este que le pasa? Hace dos minutos estábamos hablando, aunque antes pelábamos pero luego no arreglamos y estábamos bien.
—Está.—gruño de muy mal humor cogiendo su mano y poniéndola en mi pecho, su mano grande cubre todo mi pecho y encaja perfectamente.
Y mentiría si no digo que me prendió su roce.
Todos se quedan callados y yo lo apartó de un tirón mientras me apoyó en el espaldar de mal humor y me dispongo a jugar.
—¿Vais a jugar o que?—preguntó borde sacando a todos de su sorpresa de mi reacción momentos antes.
—Siempre de mal humor.—gruñe Lennox y me trago unas cuantas cositas que me gustaría decirle.
Alejo mi pierna de la de Lennox, y evito tocarlo a toda costa, estoy enfadada con él, estábamos bien y luego se burla de mi delante de sus amigos, pero yo no soy de las que se queda quieta y él debería saberlo.
Noto como me mira cuando evito tocarlo pero decido ignorarlo, sus suspiros exasperados me pone en nerviosa.
—Estaré en mi cuarto por si alguien necesita algo, vendré luego a cenar.—digo levantándome sin ocultar mi mal humor.
—Tía ¿que te pasa? Lo estamos pasando bien, no te vayas.— dice el chico de pelo gris, Noah.
—Vendré en unos minutos, solo...—necesito despejarme y saber que le pasa a Lennox y evitar darle una paliza por capullo.—necesito ir a mi habitación un momento.— miento y sin esperar nada me voy a mi habitación.
Es decir, ¿que Lennox y yo compartimos un momento de mi debilidad, luego hicimos una tarta, luego nos besamos, luego pelamos y nos reconciliamos y de repente se pone como un maldito capullo conmigo? ¿Que le pasa?
La puerta se abre y pienso que es Dipp.
—Deberías quedarte con los demás, Dipp, ahora mismo no quiero ver a nadie.—gruño sin mirar la puerta.
—Joder con el tal Dop.—escucho la voz de Lennox.
—Se llama Dass Dipp, no Dop.—digo fríamente y le volteo a mirar, joder, está como un puto Dios griego apoyado en el marco de mi puerta mirándome con esos ojos color chocolate.
—Bueno lo que sea.—le resta importancia con un gesto de la mano.—¿Que te pasa? Te has ido sin más—
Me rio amargamente.
—¿Que que me pasa?—repito si pregunta con un tono amargo y de burla, me acerco a él, quedando a unos dos pasos de distancia.—Creo que esa pregunta te la debería hacer yo a ti.—mientras digo esto le doy golpecitos en el duro pecho con mi dedo índice clavándole un poco mi uña larga.
¿Estoy cabreada? Sin duda ¿por que reaccionó así? Pues no se, no se si es porque que me duele que me trate así después de lo de antes o por que es un verdadero capullo o por que me duele que utilice sus muros conmigo.
—¿A mi?—pregunta burlón cogiéndome de la muñeca haciendo que pare pero no me separa.
La electricidad y el calor que ejerce su mano me gusta, las mariposas que revolotean me ponen nerviosa y su mirada intensa me hace sentir vulnerable, lo que me enfurece.
—Oh vamos, sabes perfectamente tu inexplicable cambio de humor sin ninguna razón. ¿En serio? "¿Cual"—imitó su voz— y las malas miradas cada dos por tres, los suspiros pesados, ¿que te pasa? Estábamos bien, joder, y detesto que tú si puedas ver a través de mi y tu subas tu malditos y jodidos muros.— me separo de él bruscamente ya que no me soltó la muñeca.
—No se de que hablas.—gruñe y apoya la vista.
Me quedo mirándolo entre confundía, sorprendida, furiosa y por mi mente pasa la grandiosa idea de besarlo para que se calle y acepte.
—Estas así desde que llegó Dipp...—me corto y creo que ya se lo que pasa, él levanta la vista para saber por que me he cortado, me mira confuso . Lo miro con la boca abierta y no puedo evitar sonreír como una niña que le acaban de dar una bolsa llena de dulces.—¿Estas celoso, Lex?—pregunto, abre los ojos como platos y abre la boca para decir algo, pero de ella no sale nada, me acercó a él peligrosamente, nuestras respiraciones se mezclan y yo tengo que levantar la cabeza para mirarlo a los ojos.—¿Estas celoso?—preguntó de nuevo con la voz ronca y mis ojos bajan a sus labios para esperar respuesta.
Él no se mueve, subo la mirada a sus ojos y me sorprende que mira mis labios con deseo.
—Joder... no se que cojones me pasa contigo.–murmuro mirando sus labios, y sin tiempo a decir o hacer nada más siento como Lex se acerca a mi y posa sus labios sobre los míos.
Con su lengua pide permiso, se lo permito y enredo mis brazos en su cuello, me pongo de puntillas y uno de sus brazos rodea mi cintura mientras el otro acuna mi mejilla.
Nos da la vuelta y me apoya sobre la pared él se inclina y yo dejo de estar de puntillas, muerdo su arito de metal y gruñe apretando su mano en mi cintura.
¿Que cojones hago? Hace dos minutos estaba siendo un puto capullo, pero antes de que llegara la manda estábamos flirteando, el día anterior nos besamos terminamos peleando y fuimos a una fiesta de la cual no recuerdo nada.
Lo empujó hasta que choca con la otra pared, desconcertado me mira.
Yo estoy pelando conmigo misma si besarlo o mandarlo a la mierda sin ninguna razón, el solo se queda analizándome, está apunto de irse pero lo vuelvo a empujar con fuerza y choca, me mira confuso y cabreado pero antes de que pueda decir algo lo beso.
No se lo espera, pero se recompone rápido y me lo devuelve, nos estamos desquitando, los dos, el uno con el otro.
Muerdo con un poco fuerte el labio pero solo lo hace gruñir y apretarme más contra él.
Nos separamos por aire y veo que sus labios están rojos e hinchados, imagino que los míos estarán igual. Nuestras respiraciones son un desastre y ni hablar de mi corazón y todas las sensaciones que en este momento estoy sintiendo por culpa del que acabo de besar.
—Si.—gruñe y lo miro confusa.—Puede que estuviera un poquito cabreado con él tal Dop.—
—Dipp.—lo corrijo y rueda los ojos, pero yo sonrió al saber que tenía razón.
Esto es raro, pero me da igual, me está gustando y quiero descubrir en realidad quien es Lennox.
—Creo que deberías hacer algo con tus labios.—digo saliendo de mi habitación al baño.
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CASUALIDAD PROHIBIDA
Teen FictionLa oveja negra de la familia, podría decirse, o mejor dicho: la loba negra de la familia, la rara, lo que sigue sin descubrir quien es. Destinada a un futuro que no desea, no quiere contraer la responsabilidad de toda su manada cuando ni siquiera e...