CASUALIDAD PROHIBIDA

CAPÍTULO 13

"SURREALISTA"

Tras estar unas horas sola organizando y limpiando la biblioteca escucho ruido en la parte trasera, es decir, mi futura habitación.

Me apresuro y veo a Zia empujando el colchón, me apresuro a ayudarla y acomodamos entre ambas el colchón.

—Haberme pedido ayuda.— la reprendo con una sonrisa.

—No es necesario.— dice—No estoy tan vieja—

—Lo se.— le sonrió y empezamos juntas de nuevo a organizar libros.

Amo los libros, me encanta leer y estar rodeada de ellos me hace sentir bien.

Tras cerrar la biblioteca apagar las luces y despedir a Zia me encierro en ese pequeño cuarto con una ventana pequeña y una estantería con libros que reparar, me acuesto en la cama.

¿Y si me hubiese quedado? ¿Si no hubiese pensado en irme?
Yo te contestó a eso:
1-Fue horrible pasar esos meses con Esko.
2-Ni siquiera sabes quién eres y querías encontrarte.
3-Hay que salir a buscar lo que realmente te motiva, no se puede vivir atado a un destino que seguramente no es el tuyo.

Me abrazo a la almohada que Zia me regalo al igual que el colchón, bueno, que me presto.

FLASHBACK

El timbre suena y, como siempre, soy la primera en salir, salgo del aparcamiento y busco con la mirada a mi rubio favorito, peor no lo veo, sigo caminando por el aparcamiento hasta que un brazo en rodea los hombros y mediante el olor distingo que es la única persona a la que no quería ver: Esko.

—¿Que paso?— intento no sonar tan malhumorada.

—Oh vamos, ¿que pasa? ¿No debierais esbozar una sonrisa al ver a tu futuro alfa?—pregunta con una sonrisa de lado.

—Esko, esto es muy pronto, ni siquiera eres aún el alfa, no puedes  elegir a quien enlazar, aún tu abuela no puede leer eso.— digo

—Ella lo vio, Keira y normalmente no se equivoca.— dice abrazándome, odio el contacto físico, lo detesto.

—Es muy pronto, no quiero.— digo parándome de él.

Al llegar a casa me tumbo en el sofá, luego llegan mis mamás.

—Hola, cariño.— saluda Fire

—¿Como creen que me enlazaré con alguien que aún no es alfa? Es decir, joder, a duras penas me conozco, no se como transformarme, es demasiada responsabilidad, no puedo.— me incorporo mirando como sueltan los bolsos.

—Estarás bien, k, eres grandiosa y si la abuela de la manada lo vio en su visión es porque tiene que ser así.— dice Wany

—¿Y la abuela de tu manada vio su amor? ¿Vio lo que iba a pasar?— en atreví a soltar.

—No es lo mismo, Keira—dice y bufo

—Es lo mismo ¡mamá! Es exactamente lo mismo. Yo no estoy preparada para tanta responsabilidad, yo a duras penas puedo cumplir las reglas del instituto para que no me suspendan ni expulsen ¿¡Como llevaré la responsabilidad de una manada?!  ¡Es demasiado! Muchas reglas, yo no estoy hecha para seguir las reglas, mamá, y mucho menos para mandar a que las cumpla cuando ni siquiera puedo yo...No quiero enlazarme con un tío que aún no es alfa y mucho menos enlazarme cuando se que es el peor error de toda la manada en años. No quiero atarme a algo que me hará la vida una mierda—gritó haciendo gestos con las manos.

FIN FLASHBACK

Suspiro, si, efectivamente eran muchas reglas, demasiadas, y yo sinceramente estoy ahí para romperlas no para mandar a que se cumplan...

Esa fue una de las primeras veces que discutía con ellas sobre el tema, siempre igual: "no es lo mismo".

Ni siquiera se quien soy, no se que quiero, no me encuentro, ni en se transformar... necesito saber quien soy, necesito conocerme.

Y si, parece una estupidez, lo se, ¿como una persona no puede saber quien es? Pues yo, yo no sé quien soy, que es lo que realmente me motiva a seguir adelante con la vida...

Cierro los ojos e intento quedarme dormida, lo consigo.

Abro los ojos poco a poco y me levanto con pereza, organizo un poco todo esto me hago un moño mal hecho y voy al baño público de la biblioteca para laceren los dientes y la cara.

Al salir me encontró con Zia y le ayudo a abrir la biblioteca.

Me pongo a organizar los libros y a limpiar un poco el polvo por encima, me quedo mirando un libro que me parece interesante, le hecho una ojeada y lo dejo en su sitio, subo en la escalera metálica para poder colocar los libros arriba.

Me concentro y termino rápido, mi estómago cruje pero paso de él, no tengo comida y mucho menos dinero, todavía no. Así que aguanto, he estado muchos días sin comida, lo sopórtate.

—Voy a dar una vuelta, Zia, veré que encuentro.— me despido y salgo de allí con mi mochila al hombro.

Y el teléfono empieza a sonar, lo saco y veo que es Yoni, sonrió pero se me borra la sonrisa, no debería llamarme, si me llama ha pasado algo.

—¿Está todo bien? ¿Estás bien? ¿Mis mamás están bien?— preguntó según contestó

—Si si, todo está bien, no te preocupes... he hablado con tus mamás, tienes una cuenta con dinero en el banco... me han dicho que es para ti, sabes que el dinero sobra para tu familia, así que utilízalo. Compra un teléfono nuevo y todo lo que necesites o te mataran, eso me han dicho que te diga y estoy de acuerdo.—

—Eso es... surrealista, es decir, el dinero que me dan... joder, se los devolveré.— prometo, me siento frustrada pero agradecida, eso me vendría muy bien... es surrealista, pero bueno al fin y al cabo existen los hombres lobo esto no es tanto ¿no?.

Me habla sobre la cuenta, donde recojo la tarjeta y que hacer. Y agradezco que este para ayudarme al igual que mis mamás, a pesar de querer enlazarme y que no vaya a la universidad siempre me apoyarán.

Durante la mañana hago esas cosas, lo de la tarjeta, me compro un teléfono para tirar el otro y meter los números de Yoni y mamás.

Y aunque me dé cosa utilizar esa tarjeta lo haré, son mis mamás, me han criado, el dinero les sobra y ayudarme es su deber, por que ellas lo desean. Son mis madres y quieren lo mejor para mi, cuando salga de esta se los devolveré, cada centavo.