"O ERES IDIOTA O QUIERES MORIR"
La vista se me nubla por el agudo dolor pero no me suelto, todavía me faltan dos pisos para llegar al suelo, miro hacia arriba y veo como el chico me mira desde arriba.
Gruño de dolor y miro a mi alrededor, buscando algo para poder bajar segura.
Claro como si no acabara de lanzarme de un octavo, más o menos, y me haya dislocado un hombro y, tal vez, roto una costilla.
Y encuentro algo perfecto, una gran cortina que sobresale de una ventana en el piso inferior, ya solo me quedan dos ¿que más puede doler?
Pobre la señora y dueña de esa cortina tan llamativa, le dirijo una fugaz y amenazante mirada al chico y salto aferrándome a la cortina y como era de esperar esta se desgarra hasta tal punto que me lleva hasta el suelo, menos mal que mis panes eran seguros podré haber suspendido mates dos veces en mi vida pero mis cálculos fueron correctos al saber que llegaría hasta el suelo.
Gruño de dolor y para mi gran suerte me tuerzo un tobillo, vaya por dios, que suerte la mía.
Cojeó mientras miro por encima de mi hombro hacia ese octavo piso, pero no hay nadie lo que me impulsa a caminar, o cojear en este caso, más rápido.
Me abrazo con mi brazo herido para presionar también la costilla herida, cojeo un poco menos ya que empiezo a sanar pero me desespero cuando choco con una valla.
La podría saltar en otras circunstancias pero digamos que las que tengo no son muy buenas, pero lo intento de igual manera, retrocedo para coger impulso y cuando estoy apunto de saltar me cogen por detrás.
—O eres idiota o quieres morir.— susurra tan pegado a mi oído que siento sus labios, me erizo y sus manos me rodean con fuerza la cintura presionando mi costilla herida.
—Suéltame.— gruño e intento sacarme de su agarre.
—No te quiero hacer daño...—
—Pues no parecía.— lo interrumpo pero hace caso omiso a mi comentario.
—Se que el Gran Edificio te persigue, solo déjame ocultarte.—
Un lobo... también es un lobo y sabe sobre el Gran Edificio, bueno la mayoría de los lobos lo sabe pero me da la impresión de que sabe lo que oculta, lo que hay detrás.
—Yo solita puedo huir, lo he hecho una vez y no necesito a nadie.— bufo pero siento su cuerpo musculoso tras de mi y odio que mi cuerpo reaccione, pero joder soy una adolescente con hormonas ¿como no hacerlo?
—De eso te veo muy capaz pero lo que te persigue es más que El Gran Edificio, necesito pararlo.—
—¿Ahora eres Batman? ¿El superhéroe que salva el mundo? O ¿que cojones?—
—¿Eres todo mal humor? O ¿hay algo más?— pregunta
—Generalmente si, pero no suelo ser raptada...— escupo con ironía y furia.
—No estás raptada, podrías irte perfectamente—
—¿Oh si? A mi me parece todo menos que me puedo ir.— digo refiriéndome a su agarre en mi cintura, me suelta, doy varios pasos para separarnos.
—Estas herida y sabes perfectamente que el hueso tiene que estar en su posición normal para poder empezar con la sanación—
—¿Y que? ¿Que piensas hacer la respectó?—
—Déjame ayudarte, solo quiero destapar lo que oculta el Gran Edificio.—
—Pues como podrás entender la palabra "ayuda" y tu cara para mi no se relacionan.—
—La manada te sanará y podrás irte... o ayudarme a destapar lo que oculta la orden.–
—¿Y me lo pedirás a las buenas? O ¿a las malas?— prehunto por que se que ningún lobo es así de amable y menos uno que tiene toda la pinta de ser un badboy, un fuckboy y un malote.
—Lo intenté, pero sabes más de lo que crees.— dice y en seguida siento un pinchazo en mi cuello.
"Sabía que no era de fiar" lo último que pienso antes de caer en el manto de la oscuridad.
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"Pero sabes más de lo que crees."
"Pero sabes más de lo que crees."
"Pero sabes más de lo que crees."Me levanto sobresaltada, parpadeo y me encuentro en la misma habitación que antes pero atada del tobillo.
Dios...¿he visto mucho Mentes criminales o parece que me va a asesinar o algo así tipo Psicopata?
La puerta se abre y entra el chico.
—Dime que no eres uno de esos asesinos seriales y no me vas a matar ¿verdad?— suelto sin pensar.—Sabes que tengo garras y colmillos ¿no?—
—¿Que?— pregunta y luego su comisura se levanta—No soy ningún asesino serial, y no, no te matare, ya te lo he dicho quiero ocultarte del Gran Edificio, destapar la mentira y tú sabes mucho más que todos los de la manada, eres la única que ha estado en ese edificio.— explica
—Es innecesario que me ates.— digo con un poco de ira.
—Eso creía yo también pero tú te has tirado desde un octavo piso, creo que es necesario.— explica apoyando su hombro en el marco de la puerta abierta cruzando los brazos y tobillos en una pose que lo hace ver de modelo de revista.
Noto el arito en su labio inferior y los rasgos de su rostro que la oscuridad no me permitía ver, el tío esta mas bueno de lo que pensaba.
Y esto que iba a ser una huida fácil donde tendría que encontrarme a mi, donde no huiría de todos los lobos de mi manada, donde estaría bien y sabría que hacer... se supone que sería fácil, pero joder, a mi los problemas me siguen, si es que yo no los llamo.
—¿Tienes hambre?— pregunta y sale un miembro para luego volver con una bandeja, la trae cerca de mi cama y la pone en la mesa, de hace un poco lejos como si lo fuera a atacar, pero bueno ganas no me faltan.
Destapa la bandeja y un filete de carne con patatas se hace visible, hago una mueca.
—¿Que pasa?— pregunta el chico con un poco de fastidio.
—Soy vegetariana.— digo apartando la vista del plato.
—¿Una loba vegetariana? ¿Me lo dices en serio?— pregunta entre burlón y sorprendido lo que aumenta mi mal humor que intentaba controlar.
—Si, una loba vegetariana ¿algún problema?— preguntó mientras lo fulmino con la mirada.
Se ríe por lo bajo y se lleva la bandeja.
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CASUALIDAD PROHIBIDA
Teen FictionLa oveja negra de la familia, podría decirse, o mejor dicho: la loba negra de la familia, la rara, lo que sigue sin descubrir quien es. Destinada a un futuro que no desea, no quiere contraer la responsabilidad de toda su manada cuando ni siquiera e...