CAPÍTULO 48

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"CEREMONIA DE PREPARACIÓN"

¿Te puedes llegar a enamorar de una persona sin conocerla totalmente? Yo creo que si, por que me paso a mi, por que yo me enamore de Lennox sin siquiera conocerlo, yo me enamore de él, simplemente de él.

Mierda... él no podía hacer esto... no por mi.

—No puedes hacerlo—le cojo de la mano y le digo lo que durante todo el día estuve pensando.

—¿Recuerdas que te prometí que ganaría?—pregunta acercándose más a mi y doy un leve asentimiento con la cabeza.—Pues lo haré.—

No digo nada durante varios segundos así que me sonríe de lado e intenta irse para presentarse en el círculo de desafío. Las antorchas encendidas por el fuego parpadean por la brisa de la noche y la luna llena alumbra con todo su esplendor.

—Estoy enamorada de ti, Lennox Mcarthy, no puedes morir. Eres mi hogar, no me dejes sin uno—le advierto y suspiro cuando veo que entra en ese círculo blanco en medio del bosque de nuestra manada.

Me paso la mano por la cara exasperada, no logre dormir nada anoche, estuve dando vueltas en la cama y al final decidí bajar al patio para tomar aire y no despertar a Quinver, ni siquiera lo abracé...

Sin pensarlo me meto en el círculo y me aferro a Lennox que me abraza y yo hundo mi cara en su pecho y lo agarro con más fuerza, me siento segura, me siento en casa y me siento bien.

Levanto la cabeza y sin pensarlo, de nuevo, lo beso y él se sorprende pero se recompone rápidamente y me lo devuelve.

—No mueras.—le advierto y sin mirar a nadie salgo del círculo y vuelvo a mi sitio, me apoyó en el árbol y como estoy en primera fila veo las miradas cargadas de odio de Esko hacia Lennox y hacia mi, por haber hecho eso hace segundos.

Maldita ceremonia de preparación.

Siento todas y cada una de las miradas acusadoras de mi supuesta manada, pero lo que más me gusta es la sonrisa que tiene Weish y mis madres en la cara, lo que me preocupa es Quinver, la mire de reojo y para mis sorpresa estaba intentando ocultar una pequeña sonrisa bajo una fachada de mal mirada.

Me acerqué un poco a ella y a los demás.

—Lo que se viene es lo mejor de toda esta mierda.—le susurre

—¡La boca!—me regalo mamá Fire dándome un manotazo que solo se sintió como una leve posición en mi mano, ignore el apretujón a mi corazón y le rodé los ojos aparentando fastidio para fijar mi vista al ritual.

La abuela de la manada estaba subida en ese pequeño taburete de madera con figuras talladas, contando nuestra historia, la de los licántropos.

Todo el mundo se quedo callado y solo se escuchaba el pequeño chisporroteo de las chispas del fuego que enciende las antorchas.

—Licaón—emprendió su discurso, esta era mi parte favorita en todos los encuentros importantes de las manadas.—Rey de Arcadia, Grecia.—toma una pausa para dramatizar la ocasión—Sus ofrendas al Dios Zeus eran humanos, mataba a los humanos por placer y disfrazándolo de ofrenda... esto a Zeus no le agrado demasiado, como buen comprenderéis—Toma un largo suspiro.—Zeus bajo a la tierra, para dar por su cuenta el crédito de los rumores, bajo disfrazado como un vagabundo pero a Licaón le llegaron los rumores de que Zeus vendría, pues este no tardo en aprovecharlo y lo invito a uno de sus grandiosos banquetes, todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran la carne de un niño...—negó divertida y yo ruedo los ojos .—Pero Zeus se dio cuenta, así que lo condenó a convertirse en lobo, y a que todos sus descendientes serían también hombres lobo.—terminó, pero no se demoró en añadir :—Una condena que ha sido lo mejor de este mundo.—

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