CAPÍTULO 21

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"IRA"

—¿Que te parece si entramos a esa?— pregunta señalando una tienda, me encojo de hombros y todos la seguimos.

Damos un par de vueltas, cojo camisas grandes, tops ajustados, ropa interior, sudaderas, un par de chaquetas y unos cuantos jeans ajustados negros y grises.

Luego cuando pasamos por una sección de carcasas cojo una negra transparente y la echo con las demás cosas.

Ahogó un grito de emoción y me apresuro a la chaqueta de cuero, busco mi talla y la echo también.

—Yo ya termine.— digo tras dar un par de vueltas más.

Entonces vamos a pagar, cada uno por su parte, al salir salgo con dos bolsas grandes y coloco la carcasa con mi tarjeta del banco dentro para no perderla.

Al salir Quinver esta sonriente con su ropa y Weish igual, Lex es el único que no compro nada, como un dulce que ahora chupa provocativamente mientras me mira.

Despido ignorar su juego y me uno a la conversación con Weish y Quinver.

—¿Que? ¿Fiesta?— preguntó

—Sip, y te pienso llevar así sea a rastras— contesta Quinver.

—No se puede discutir con ella de estas cosas ¿no?— preguntó a los chicos que niegan a la vez, me doy por vencida y suspiro dándole la razón, pues una fiesta me vendría bien, es decir, para nada me persiguen por que me acabo de fugar y para nada me siento mal por dejar a mi mejor amigo y a mis mamás y no poder hablar con ellas, ni con él por que si no los pongo en peligro y para nada de si Dipp está bien y no saber si separarnos fue bien o el esta mal...

—Hey... ¿estás bien?— pregunta Weish poniendo una de sus manos en mi hombro.

—Yo estoy perfectamente, solo que me ha entrado un hambre de la hostia.— miento y ellos me creen, sé mentir demasiado bien.

Miro de reojo a Lex para confirmar que también me cree pero está confuso y no se si por que está dudando en creerme o no o estará pensado en otra cosa.

Vamos al apartamento y me encierro en mi habitación para acomodar mi ropa y dejar el cuaderno que compre para hacer dibujos, compre un par de lápices y carboncillos, gomas para borrar y difuminar.

Tras organizar la ropa salgo de la habitación y me encontró con Quinver en la cocina que hace la comida.

—¿Cuando me toca pagar?— preguntó

—Hoy es 5 de mayo así que hasta el 5 de agosto, pagas por los tres meses y así de tres en tres.— me dice la cantidad que no esta nada mal.—Ah y también nos encargamos en apartar cada uno su parte de dinero para juntarla y hacer la compra.— explica—Los sábados son días de limpieza donde TODO el mundo colabora.— asiento con una sonrisa.

—¿Y cuál es mis turnos para hacer la comida y eso?— preguntó

—Oh eso ya lo anotó Weish.— señala la nevera y veo mi nombre, vale ya me incluyeron, sonrió de lado y me siento de nuevo en el taburete de la isla.

—Sigo sin creerme que conozco un grifo y que vivo en su misml hecho.— por fin lo digo, ella se da la vuelta con los ojos como platos.

—¿Como...?—

—Soy una loba, Weish y Lex también, y luego pregunte si tú lo sabías y me dijo que tú era un grifo.— la interrumpo encogiéndome de hombros—A demás me parece una puta pasada... ¿podré verte en tu forma de grifo?— siento como me brillan los ojos.

—¡Que fuerte!— me sobresalta—Ay ¡que guay! Eres una loba... que guay.—

—No es tan guay como ser grifo a demás ya convives con dos.—

CASUALIDAD PROHIBIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora