CASUALIDAD PROHIBIDA

CAPÍTULO 44

"ESKO"

—¿Que quieres, Esko?—pregunto poniéndome delante de Lex y transmitiéndole todo la furia que siento por él.

—Creí que al menos me avisarías de tu llegada, al fin y al cabo nos van a enlazar.—se acerca mientras juguetea con una rama pequeña.

—No se si no te quedó claro, yo NO me voy a enlazar con nadie.—escupo con veneno cada palabra.

—Estamos destinados, princesa.—dice acercándose un paso a mi, siento como Lex está apunto de ponerse delante pero lo cojo e la mano y lo mantengo quieto, me acerco a Esko.

Mierda, se ve muy distinto, ya no finge ser solo el Esko badboy y amable.

–Y una mierda, princeso—gruño

—¿Alguna vez te he dicho que me pones cuando dices palabrotas?— pregunta y noto como Lex gruñe y está apunto de abalanzarse a Esko.

—Yo ya no soy parte de tu manada, gilipollas, no me puedes tocar.—

—¿Estas segura? Tus padres tanto biológicos como adoptivos son de sangre Akela, no puedes hacer nada contra tu sangre.—dice con burla.

—Está bajo mi protección.—gruñe Lennox dando un paso para quedar a mi lado.

—¿Y eso que?—gruñe con burla y despareció—Es Mía.—

—Yo no soy de nadie, hijo de puta—gruño

—Las reglas lo dicen, cariño, la enlazada le pertenece al alfa—

—Que le den a las putas reglas, yo jamas las he seguido y tú sabes que no se me da bien hacerlo—

—Cuando estes a mi lado en la ceremonia de unión no dirás lo mismo—dice muy seguro de que pasará eso.

—Jamas, ni muerta me enlazaré contigo hijo de puta, eso sería un error.—gruño carcagada de odio y asco

—Te reto, a la vieja usanza, en el ritual de elección.—interviene Lennox con seguridad, el alma se me cae a los pies y el corazón deja de latirme.

¿Que? No puede hacer eso, no por mi.

—¿Que haces?—digo entre dientes tan bajo que solo escuche Lex.

Joder, estamos de madrugada, sin testigos aparte de mi, dos alfas de manadas enfrentandose por el ritual de elección, el que pierda podría perderlo todo, absolutamente todo, y yo sería la culpable.

—No—digo y pongo la mano en el pecho de Lex para poder moverlo hacia atrás, pero es como intentar mover una pared de cemento.

—¿No confías en tu chico?—pregunta burlón

—Confío demasiado y no quiero que te destruya, no por mi culpa.—

—¿Ves? Si me quieres—

—No, no te quiero, pero no te odio tanto como para desear lo que te pasará por mi culpa.— digo

—Deberías temer por él, no por mi, yo estoy en mi territorio, él es un desconocido, tengo más posibilidades yo que él.—dice con suficiencia.

—Estoy bastante segura que alguien va a perder, y Lennox no será el perdedor. Así que por favor, deja esa idea y vete...—le digo

Joder, cuanta confianza en Lex.
Le he visto, le conozco lo suficiente como para saber que cuando se lo propone puede ser un gran hijo de puta, y también he visto como da puñetazos... creo que se, confió mucho en él.

—No me iré sin antes recibir mi beso de bienvenida—dice y se acerca a mi para besarme pero le doy un puñetazo en la nariz haciendo que se ponga la mano allí y me mire con rabia, pero no se rinde y vuelve hacia mi.