Chaparrito

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Tony regresó a su  habitación completamente exhausto, se tumbó en la cama y hundió el  rostro en las almohadas

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Tony regresó a su habitación completamente exhausto, se tumbó en la cama y hundió el rostro en las almohadas. Durante los últimos días, se la había pasado en el taller del castillo junto a Victor. Ambos pusieron manos a la obra para iniciar con la construcción de los robots policías, a los cuales Victor nombró como: "Beetleworx". Tony no puso objeción ante ese nombre; le gustaba, era mejor que llamarlos "robots policías".

Claro que el trabajo en el taller no era lo único que lo tenía exhausto y agobiado, sino también lo hacía el propio Victor. El sujeto no paraba de lanzarle indirectas y coqueteos cada que tenía la oportunidad. En una ocasión, rodeó la cadera del castaño con un brazo y éste se sonrojó a más no poder, y lo peor es que ni siquiera sabía por qué se sonrojó. Tuvo que inventar una excusa para zafarse de ese agarre. No es que le molestara que el ingeniero le coqueteara, después de todo, fue el mismo Tony quien le dio autorización de intentar ganar su corazón, sólo que no era una situación muy cómoda que digamos.

Con todo, su descanso no duró más de diez minutos: su guardia y amigo llamó a la puerta de su habitación informando la llegada de Steve al castillo.

—De acuerdo —contestó el castaño con el rostro aún hundido en la almohada—. Déjalo pasar.

Aunque prefería descansar, la presencia de su amigo tampoco le disgustaba, al contrario. Estaba seguro de que, si hubiera sido alguien más el que hubiera llegado, le contestaría a su guardia que no quería vistas por el momento y se echaría a dormir. Pero era Steve. Su compañía le agradaba; además, no lo había visto desde esa increíble noche de arcade que pasaron juntos.

El guardia se retiró y a los pocos segundos la puerta se abrió. Steve ingresó a la habitación con cara de pocos amigos. Tony levantó el rostro para poder verlo, y pensó que no era el único agobiado. Al parecer, el rubio estaba igual o peor que él.

Steve se sentó en el borde de la cama sin decir palabra alguna, cosa que extrañó a Tony.

—¿Ocurre algo? —preguntó un poco preocupado.

—Tuve una discusión con Sharon —contestó el rubio.

Desde que Sharon le pidió a Steve que su "amigo" le confirmara todo lo sucedido en el arcade, el rubio no paraba de preocuparse y preguntarse qué iba a hacer. Terminó contratando a un actor para tratar de convencer a Sharon, pero la rubia no se tragó del todo la mentira. Habían estado discutido fuertemente después de eso, y ese día no había sido la excepción. Steve estaba agobiado. Quería arrojar todo por la ventana, decirle a Sharon toda la verdad, pero no podía. Se sentía como una basura.

—¿Se puede saber qué pasó? —preguntó el castaño al tiempo que se incorporaba de la cama y se sentaba junto a su amigo, mirándolo solidario.

—Nada —respondió el rubio. No quería hablar sobre Sharon con Tony; quería pasar algo de tiempo tranquilo con él—. Las típicas discusiones de pareja.

Mi Amanecer (Stony - Winterwidow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora