Capítulo 2. Encuentro.

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A la tierna edad de 4 años, bàba llegó con un niño en brazos, su nombre, Wei Ying. Mayor que nosotros dos por unos meses. A-Cheng le pregunto a bàba quien era ese niño, bàba respondió:

— Este niño, se llama Wei Ying — dijo — a partir de hoy, vivirá con nosotros, si es que lo permite, mi señora — terminó.

Madame Yu contestó — Así que si lo encontraste, felicidades — dijo retirándose del patio principal.

A mi se me hizo raro la actitud de A-niang, quería ir de tras de ella, vi un destello de tristeza en sus ojos, pero cuando iba a dar un paso en dirección a A-niang, escuché un grito, seguido de un llanto.

Era Wei Ying, quien se encontraba en los brazos de bàba, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello.

¿La razón de su llanto? Los perros de A-Cheng.

— ¿Estas llorando por los perros de mi hermano? — pregunté.

— Le tiene miedo a los perros An An 1*— respondió A-die 2*.

Bàba ordenó que sacaran a los perros de Yummeng, pero se me ocurrió una idea.

— ¡Esperen! — grite — ¿Por que no dejamos a sus perros en un patio diferente? Con suficiente espacio para que corran — dije moviendo mis manos en señal de nerviosismo— A-así mi hermano no se tendrá que separar de sus preciados perros y WeiYing no se asustara de tenerlos cerca — concluí.

A A-die no le pareció mala idea, por lo que mando a unos sirvientes y discípulos a llevar a los perros a un patio aparte, no tan alejado de la residencia principal.

A-Cheng me agradeció con la mirada y solo asentí con una sonrisa en respuesta. Poco después, llegó Yanli, con la misma sonrisa en su rostro de siempre.

— Buenas noches, A-die — hace una reverencia en forma de respeto y se acerca a ver al niño — ¿Pero quien tenemos aquí? — habla con cariño.

Wei Ying ya se había calmado un poco y se baja de los brazos de A-die.

— ¡Hola! Mi nombre es Wei Ying — dijo sonriendo.

Antes estaba llorando y ahora, esta sonriendo como si nada, sorprendente.

Me acerqué a él y jale sus cachetes, haciendo que el niño intentara safarse de mi.

— Me duele, pero es divertido — hace un intento de sonreír y pone sus manos sobre las mías. Logró captar un aroma dulce.

— Mmh — contestó y suelto sus manos, frunciendo el ceño.

Poco después, se acerca A-Cheng y solo dice:

— Hola — hace una reverencia y se va, yo lo sigo por detrás.

— ¿No les caigo bien? — dijo el niño.

— No es eso, Wei Ying — dice Yanli acariciando su cabeza — He'ian es algo desconfiada y A-Cheng es un poco gruñón. — finaliza Yanli para después retirarse.

Y fue lo único que escuché antes de desaparecer por completo del pasillo con mi hermano. No fueron necesarias las palabras para entender que A-Cheng se sentía triste, y es entendible, casi se llevan a sus perros a quien sabe donde, mamá solo vio al niño, dijo unas palabras y se fue. Para A-Cheng, que eso pasará en menos de lo que dura una vara de incienso 3*, fue un impacto fuerte.

— ¿Me dejarás solo por unos días, jijie 4*? — dice cabizbajo.

— Serán poco días, A-niang y yo saldremos, espero que no nos tardemos mucho, además, A-niang ya tenía esto programado, no podemos cancelarlo — contesto acercándome para abrazarlo.

RENACIENDO COMO UN JIANG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora