Capítulo 37. El enojo de un Emperador Celestial.

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Durante las siguientes semanas, Hua Cheng y Binghe buscaron esos burdeles y rescataban a los Omegas ahí, los demonios y fantasmas les daban sepultura a los cuerpos y enviaban una mariposa a He'ian para que llegasen a esos lugares.

— ¿Quienes son los que ayudan? — pregunta Wanyin.

Lan Ning, Huaisang, Wuxian y He'ian evitaron contarles sobre dónde se recuperaron antes, más que nada por seguridad.

¿Seguridad? Si, seguridad. Ciudad Fantasma es un lugar repleto de energía resentida y energía espiritual por igual, el perfecto equilibrio de todo. Por lo que no quieren que los cultivadores entren y salgan, ya sea para exorcizar a los fantasmas o cualquier otra cosa.

Regresando al presente, He'ian cargaba su Guqin a todos lados, siendo acompañada por su prometido, juntos tocaban "Claridad" cada vez que llegaban a los burdeles quemados.

Nadie sabía si había sobrevivientes, y si los había, se encontraban desaparecidos.

Algo le decía a He'ian y a Huaisang que se encontraban en Ciudad Fantasma, recuperándose.

Los discípulos Wen retrocedieron hasta la fortaleza de Ciudad sin Noche, donde Wen Rouhan ya los estaba esperando.

Meng Yao salió del campamento a escondidas y se infiltró en Ciudad sin Noche, solo dejó una carta diciendo que se infiltraría y les daría información.

ZiXuan se enojó, más bien, estaba preocupado.

— Jin-xiong cálmate — hablo Huaisang.

— ¿¡Qué me calmé!? — gritó — ¿¡Cómo quieres que me calme si A-Yao fue a la boca del lobo!? —.

— Lo se, lo se. Pero ya está ahí, ya no podemos hacer nada — suspiró Huaisang, fastidiado — Solo queda rezar por que él esté con bien —.

— ¡Jin ZiXuan! — se escuchó gritar afuera.

— Madre... — suspiró ZiXuan, temiendo por su vida.

Madame Jin entró a la carpa y se acercó a su hijo a pasos grandes — ¿Por que no me habías dicho que ya encontraste a tu destinado? —.

— ¿Eh? ¿Cómo supiste? — le pregunto a su madre.

— Tengo mis formas — sonrió — Ahora, ¿Dónde esta? —.

— El... — ZiXuan no sabía cómo decirle a su madre donde se encontraba.

— Se infiltró en Ciudad sin Noche — dijo Huaisang — Se fue sin decirle a nadie hace 3 noches, mientras nosotros estábamos en el campo de batalla, así que nadie notó que se fue hasta que regresamos... —.

Madame Jin asintió — Omega valiente, eh... — sonrió orgullosa y por fin prestó atención a su hijo y a Huaisang — ¿Qué carajos? ¿Orejas? ¿Colas? ¿Alas? — preguntó.

— Es... una larga historia, madre... — soltó ZiXuan, avergonzada.

He'ian y Xichen entraron juntos a la carpa — Oh, saludos Madame Jin — ambos se inclinaron para saludar.

— Oh, He'ian... joven Lan... — susurro Madame Jin, prestando atención a estos dos — ¿Cuernos...? —.

Xichen sonrió avergonzado y su cola se movió a los lados, como nervioso.

La punta de la colita de He'ian se enroscó y ella se tapó la mitad de su cara con su abanico. La hermosa serpiente brillaba en el abanico.

— Larga historia... — susurró He'ian.

— ¿Qué encontraron? — habló Huaisang.

— Otro burdel hecho cenizas y los Omegas enterrados — contestó Xichen acercándose.

RENACIENDO COMO UN JIANG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora