Solo pondré, esta es la historia de como yo, Alister, una chica de lo más normal, murió y renació en un mundo totalmente diferente.
Ya se, ya se. Algo cliché, pero esta es un historia donde todo es como yo quise que pasara en la novela original, te...
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— ¿Estas seguro que He'ian tendrá un futuro lindo? — preguntó Shen Yuan.
Xie Lian suspiró — Los futuros pueden cambiar, Shen Yuan... — Xie Lian miró a Shen Yuan — Y acaba de cambiar... solo espero que no suceda... —.
— ¿Qué era lo que habías visto antes? Solo dijiste que su futuro sería lindo... —.
— Vi a una He'ian, siendo feliz con su esposo e hijos... alcanzaría la inmortalidad a la edad de 29 años y se convertiría en la Diosa del Sol y la Luna... —.
— Suena lindo... — dijo Zhisu, entrando — Es una lástima que haya cambiado... —.
Xie Lian asintió — Es un futuro cruel... desde mi punto de vista... —.
Esa conversación vino a la mente de Xie Lian y jadeo del susto, llamando la atención de Hua Cheng.
— ¿Sucede algo, gēgē? — preguntó.
— No... nada... — respondió Xie Lian y siguieron buscando.
Han pasado 2 meses desde que He'ian y Huaisang desaparecieron, meses en las que el pequeño JingYi solo quiere a su padre. Rechaza a todas las nodrizas, hay veces en las que se calma con el aroma de su abuelita Yu ZiYuan o con el aroma de su abuelita Lixue.
Pero el aroma que más ayuda, es el aroma de su tío Wanyin, el aroma más parecido al de su madre.
He'ian abrió los ojos al fin y miró a su alrededor.
— Vaya, al fin despiertas — habló Guangshan a su derecha — La droga fue muy fuerte para ti —.
— ... — ella no contestó y se dedicó a mirar a su alrededor.
— Hagamos algo, señorita Zhili... — habló Jin Guangshan, ella lo miró — Tendrás hijos conmigo y dejó en paz a Huaisang, a tu querida familia y a tu preciado bebé... —.
— ¿Realmente crees que podrás llegar a mi familia? ¿O a mi bebé? — pregunto ella con burla.
— Si logré entrar a Recesos de la Nube y llevarte sin ser detectado, si, puedo llegar a ellos —.
— ¿Crees que no se que fue Lan Suyin quien te ayudó a entrar? — se rió ella — La estúpida llegó pidiendo otro token cada cierto tiempo con la excusa de que se le habían perdido —.
La sonrisa de Jin Guangshan desapareció y abofeteó a la Jiang. Ella solo rió y lo miró.
— Lan Suyin, es una idiota que no sabe ocultar sus huellas, al igual que tú, Jin Guangshan —.
El Jin agarró del cabello a la Jiang con fuerza, haciendo que ella que quejara — Vas a darme hijos, es una puta orden —.
