Capítulo 29. Tenemos que hablar, Wanyin.

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Durante toda la noche, no pude dormir, me dediqué a admirar el rostro del Lan... Por lo que, a las 5 de la mañana, Xichen ya estaba despierto y sin rastros de la droga en su cuerpo.

— Buenos días, mi linda He'ian... — susurró Xichen.

— Buenos días... — fingí tallarme mis ojos y verlo — ¿Dormiste bien? —.

Asintió — Teniéndote a ti a mi lado, duermo mejor —.

— Que cursi eres — me reí y tape con su túnica, sonrojada hasta el cuello.

Xichen también río y me destapo, besó mi frente y se levantó.

Hice un puchero e hice un intento de gruñido.

— ¿Qué sucede, AnAn? — dijo Xichen, sentándose a mi lado.

— Nada... — mentí, volviéndome a esconder debajo de su túnica.

— Oh... ya veo... — dijo Xichen, comenzando a destaparme — Mi linda AnAn quiere su besito aqui... — señaló mis labios.

Me sonrojé aun más y no dije nada. El simplemente se acercó a mi rostro y comenzó a dar poquitos sobre mis labios con los suyos.

Rodee su cuello con mis brazos, disfrutando del momento...

«¿Qué dirá ese Lan al verte con esas cicatrices?»

«Ah, quiero ver la reacción de ese Lan al ver que su linda y adorada He'ian ya no es un loto blanco...»

Esos recuerdos, palabras dichas por Wen Rouhan y Wen Xu, clavaron en lo profundo de mi ser.

— ¿Sucede algo? — preguntó un preocupado Xichen.

— ¿Eh? — lo mire a los ojos — No, no sucede nada... —.

— Jijie, ¿Ya estás despierta? — habló Wanyin afuera de la carpa.

Gracias hermano... Pensé.

— Hablaremos después... — fue lo último que Xichen dijo, se levantó y se colocó otra túnica exterior.

Suspiré y me levante de la cama, me acomode mis túnicas que no me pude quitar anoche y salí de ahí.

— ¿Qué sucede, A-Cheng? — pregunté, viendo a un muy nervioso, Wanyin.

— Algo le sucede a Yanli-jie... — se mordió el labio, nervioso — Actúa extraño desde anoche, y eso lo sabes... —.

— Vamos a verla — recibí un "si" de su parte y comenzamos a caminar, mire de reojo la carpa de Xichen, viéndolo salir serio y con un aura extraña.

Regrese mi vista al frente y seguí caminando, hasta llegar con shūsu, quien resguardaba la carpa donde tenían a Yanli-jie.

— Por fin llegan... — respiro alivio, Lan Qiren.

— ¿Qué...? —.

— Ha estado agresiva — interrumpió Lan Qiren — No deja de gritar que Xichen es suyo y cosas de esas... —.

Asentí y entre, recibiendo el aroma amenazante de mi jijie, además de una mirada de odio de su parte.

— ¡Xichen es mío! — grito ella — ¡Sólo estorbas! —.

Respiré hondo y la mire — Ya sabía que tenías un enamoramiento con Xichen... — me crucé de brazos — Pero... ¿Llegar a tal extremo de drogarlo...? Woah, me sorprendes, jijie... —.

Ella comenzó a moverse desesperada, tratando de zafarse de Shandiàn. Fue ahí que lo vi, ese brillo que ni logré distinguir anoche, un clavo.

Invoque a una serpiente y le hable: — Busca a Wen Qing, la necesito aquí con urgencia — hablé apurada — Explícale que tenemos otro caso de clavo — la serpiente asintió y salió lo más rápido que puede, escondiéndose para evitar ser vista.

RENACIENDO COMO UN JIANG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora