Capítulo 46. Boda en LanlingJin, parte 1.

79 7 0
                                    

‼️‼️Advertencia. Este capítulo muestra lo que Meng Yao vivió durante su estadía en Yunping.

Contiene Violación y amenazas. ‼️‼️

Meng Yao caminó dentro de Torre Koi con desconfianza, mirando a todos lados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Meng Yao caminó dentro de Torre Koi con desconfianza, mirando a todos lados.

— ¿Quién eres tú? — preguntaron a sus espaldas.

Meng Yao se giró despacio y saludó — Mi nombre es Meng Yao, un placer... — se inclinó, nervioso.

— Ajá, ven acá — ordenó la mujer.

— ¡Māmā! — gritó ZiXuan — Oh, ahí estás A-Yao —.

— ¿Es él? — preguntó Madame Jin y examinó a Meng Yao de arriba hacia abajo.

Yo a este lo conozco... Pensó ella Tengo que acordarme o no voy a dormir.

A Madame Jin se le prendió la vela y asintió — A-Xuan, querido — le habló a su hijo — Necesito hablar con él, ¿Nos dejas a solas un rato, por favor? —.

— Eh, claro... — soltó ZiXuan, alzando una ceja — Solo lo sé tarden mucho, ya casi es hora del almuerzo... — y se fue.

— Te recuerdo, niño... — dijo Madame Jin — Eres el hijo de esa prostituta de Yunping... —.

Meng Yao tembló y mordió su labio — Soy hijo de Meng Shi... — su voz tembló — Ella murió hace 2 años y medio... —.

Madame Jin asintió y respiró hondo — Y se supone que A-Xuan y tu son destinados — susurro ella — ¿Cómo es posible? —.

— La-Lan Ning me dijo que es posible — evitó la mirada de Madame Jin — E-el dijo... que era probable que mi madre y el ex líder Jin fuesen destinados —.

— Ajá, ¿Y eso que? — preguntó Madame Jin con brusquedad.

Meng Yao tembló Madame Jin si da miedo... — Y, me contó que como mi madre murió, esos destinados pasaron a la siguiente generación... —.

— Siguiente generación... — repitió Madame Jin — ¿Y mí A-Xuan lo sabe? —.

Meng Yao negó con la cabeza y Madame Jin suspiró de nuevo.

— ¿Y quieres contarle? —.

— No sabría cómo decirle... o cómo va a reaccionar, yo... —.

Madame Jin asintió, entendiéndolo — Y una última pregunta, ¿Guangshan te hizo algo durante tu estadía en Yunping? —.

Meng Yao miró a Madame Jin con sorpresa — ¿Eh? —.

Madame Jin se acercó a él y tomó sus mejillas con sus manos — Siéntete en confianza de contarmelo, ¿Si? —.

Entonces, Meng Yao recordó.

— He'ian — habló Meng Yao.

— ¿Mmh? Dime, A-Yao — la Dseta Jiang dejó de hacer lo que sea que se encontraba haciendo y volteó a verlo.

RENACIENDO COMO UN JIANG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora