Capítulo 23. ¿Quienes son?

136 15 0
                                    

Nota: A partir de aquí, dejaré de narrar y comenzará a narrar He'ian. Habrá ocasiones donde, ya sea que narre yo, o alguien más aparte de He'ian.

Desperté con un dolor de cuerpo horrible, mire a mi alrededor y vi tres cuerpos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Desperté con un dolor de cuerpo horrible, mire a mi alrededor y vi tres cuerpos.

El primero que vi, fue a Lan Ning, sobre el cuerpo de Huaisang. Al parecer, Huaisang usó su cuerpo para amortiguar la caída de A-Ning.

Y el tercer cuerpo, fue Wuxian.

¿Qué carajos? Lo lance a la cueva, ¿Entonces que hace aquí? Pensé frustrada.

Los revisé a los tres, están vivos. Pero al parecer tardarán en despertar.

Mire a mi alrededor, vi cadáveres por todos lados, pero no se acercaban a nosotros.

Raro... Pensé.

Tome algunos palos largos y gruesos, lo suficientemente resistentes como para aguantar a tres personas sobre ella. Amarré las maderas con trozos de mis túnicas. Al terminar, coloque a los tres dentro de ella.

Agarre los mangos del intento de carruaje y comencé a caminar, buscando una cueva o algo donde escondernos. Los cadáveres seguían sin acercarse a nosotros.

Tome un pequeño descanso y vi movimiento a mi derecha, y me levante, alerta.

— Tranquila, no te haré nada — dijo una persona, saliendo de detrás del árbol.

— ¿Quién eres? ¿Qué quieres? — pregunté.

— Solo quiero ayudar — dijo esa persona.

— Tarado, te dije que no te acercarás así — regañó otro.

Uno de ellos, con el cabello semi curvo y una marca de dragón bermellón en la frente, hizo un puchero.

El otro, es más alto, con túnicas rojas que parecían de boda, y porta un parche en su ojo izquierdo.

— Solo vinimos a ayudar, joven Jiang — el del parche, sacó unos dados de quien sabe donde y las lanzó, se abrió como una especie de puerta, dejando ver el otro lado.

— Síganos — dijo el más bajo, llevando el "carruaje" como si no tuviera tres personas dentro.

Camine detrás de ellos, desconfiada. Pasé el ¿portal? y se cerró detrás de mi.

Un joven llegó gritando — ¡Amo! ¡¿Dónde estaba?! — gritó con el ceño fruncido.

— Necesito que traigas unos médicos — hablo el de la rojo.

El joven que llegó gritando, nos miró y después se echó a correr, gritando "¡Un médico! ¡Un médico!".

— Escandaloso... — dijo el de rojo.

— ¿Ya me dirán quienes son? — pregunté tosca.

— Oh, si — me miró el de negro — Mi nombre es Luo Binghe, soy el Rey Demonio —.

RENACIENDO COMO UN JIANG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora