Cambiando el futuro | Regulus Black (EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN)

139. La batalla final.

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139. La batalla final
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Regulus había aparecido junto con los gemelos Prewett, Newt, John, Regulus, Mónica Elton, Frank Longbottom y la extraña amiga de Casidi, Alice a las afueras de la mansión Lestrange.

Regulus estaba algo enfadado con Moody por sacarlo justo en el momento en el que iba despedirse de Casidi. No que no le tuviera confianza, él sabía más que nadie que Casidi podía protegerse, sino que tenía miedo de... De no salir vivo de esa situación, era muy peligroso y hacerse el tonto y pensar que todos vivirían juntos en una cabaña en medio del bosque o en Nueva York con el gato inventado de Casidi era decir una gran mentira. Pero de todas formas entendía el porque Ojoloco al igual que el resto querían terminar ya con esto, algunos de ellos esperan este momento desde antes de unirse a la orden, (por ejemplo, Casidi que llevaba esperando el momento de destruir y acabar con el innombrable desde hace siete años) aunque escuchar como Rose se despedía descaradamente de John, Newt y de él hizo que las cosas se cambiarán de lugar y una enorme desesperación apareció en el pecho de Regulus.

Era un completo idiota enamorado que estaba haciendo las cosas mal. Lo arreglaría cuando volviera de la misión (si es que volvía) y arreglaría todo.

―Esta bien, escuchen ―los llamo John a todos. El resto se junto a su alrededor intentando hacer el menor ruido posible y dar ese toque de "ataque sorpresa"―ya saben lo que hay que hacer, distraerlos y no dejar que vayan al ministerio

―¿Por donde entraremos?― le pregunto Mónica Elton, una castaña de estatura promedio, de unos veinticinco años y pecas alrededor de su nariz.

―Cass dijo que el infiltrado dejaría la puerta del fondo que se conecta con la cocina, abierta y sin ningún tipo de protección para entrar ― señaló Fabián a un costado de ellos. Y era cierto, ya que todos ahí se encontraban a dio unos cuantos metros de la enorme puerta trasera de madera de cabos de color marrón oscuro.

―¿Están todos listos?―les murmuro John, recibiendo un asentimiento de todos ahi. El rubio se harua cargo de la misión.

Por las dudas si no les había dicho, el "jefe" de las misiones no solo controlaba el orden en ellas, sino que era él más propenso a morir en una de ellas y él que tenía que avisarle a la familia por si las dudas alguien de su "escuadrón" moría en la misión.

John asintió para luego levantar su varita y empezar a caminar hacia la puerta descubierta de la cocina. Él fue el primero en entrar y luego de inspeccionar con rapidez y sigilo el lugar les dijo que avanzarán.

Regulus fue él último en entrar a la casa. Casidi estaba rondando por su cabeza una última vez antes de sacudirla y dejar su mente clara en lo que importaba en ese momento, no morir en la mansión de su ex-prima.

Cuando Regulus entro a la cocina pudo ver una muy parecida a la de Hogwarts, ¡con los elfos y todo! Solo que habia una enorme diferencia ya que la de Hogwarts era mucho más alegre y hasta más grande.

Pasaron si mucho apuro y sin ningún problema hasta las puertas de la cocina en donde Fabián le tiró un "¡Desmaius!" A el mortifago que se encontraba en la puerta de la cocina. Lo dejaron en el suelo de la cocina con descaro y volvieron a seguir su rumbo.

En el camino tuvieron que desarmar y atacar algún que otro mortifago por detrás, pero no más que eso, no hasta que llegaron a la escalera principal que daba a la enorme sala de estar que era fría y frívola.

Se escondieron cómo pudieron entre las columnas de mármol blanco y vieron como Bellatrix Lestrange le gritaba a quien parecía él ex profesor Dixon y a su sobrina.