Cambiando el futuro | Regulus Black (EN EDICIÓN Y CORRECCIÓN)

122. la charla a la medianoche

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122. La charla a la medianoche
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Era la noche antes de medianoche, Casidi se encontraba en la casa de los Martins, ella acababa de despertar de un sueño, mejor dicho de una pesadilla. En su sueño ella se enfrentaba contra una persona, peleaban a muerte, pero no solo eso sino que ella tenía una enorme pesadez en el pecho, como un sentimiento de traición y dolor que casi la dejaba sin respirar y se había despertado sobresaltada ya que la luz verde la había golpeado de lleno en el pecho.

Casidi se encontraba sentada en la cama, había pasado ya unos pocos minutos desde que se despertó, pero aún no podía recuperar su respiración normal. Ella vio en la esquina de la cama en donde estaba su bolso sin desempacar (algo que siempre le era útil, por si tenía que escapar de algo o alguien) soltó un suspiro, aun my asustada y se levantó.

Casidi salió del cuarto con su pijama puesto y sus pantuflas que le había regalado Rose a principios de este invierno. La pelirroja quedó en medio del pasillo, que era solo iluminado por su varita. Eran como las tres de la mañana y la casa se escuchaba silenciosa, ni siquiera la respiración de alguno de los integrantes de la familia de podía distinguir. Casidi aún en medio del pasillo piensa que debería de hacer ahora, no podía ir con Rose y John ya que la bebé se acababa de dormir, ella a Newt no le podía ni hablar, no después de Morgana (que aunque el le decía que no fue su culpa y que no la culpaba de nada, ella pensaba todo lo contrario. Si ella hubiera insistido un poco más con lo de Dixon, talvez no estarían en esa situación tan incómoda. Ella lo sabía bien, nunca volvería a ser lo mismo con Newt y no había nada que ella pudiera hacer para cambiarlo, era como si no pudiera cambiar el futuro)

La pelirroja solo se refrego los ojos con la mano libre, cansada y agotada, para luego apuntar con su varita enfrente de ella. El cuarto de Regulus fue alumbrado por la luz que se desprendía de su varita, la cara de Casidi se iluminó unos segundos como si hubiera encontrado un refugio en el cual poder pedir ayuda, pero luego el recuerdo de la noche en la cual pensó que ella estaba enamorada de él la invadió. Aunque la pelirroja había dicho mil y una vez que no podía ser posible enamorarse de él y que no sentía nada por el chico de ojos grises, aún en el fondo no estaba muy segura de sus sentimientos, y eso la aterraba al mil.

« tranquila Casidi, el es solo un amigo, no estás enamorada de el solo te parece atractivo y algo divertido, muy en el fondo obviamente. Pero nada más. ¿Por qué demonios reaccionas así? Es solo... Reg » penso Casidi mientras se acercaba cada vez más hacia la puerta del pelinegro.

Cuándo Casidi entro al cuarto, cerro la puerta y luego se acercó a la cama del chico. Regulus parecía estar profundamente dormido, así que Casidi se acostó al lado de el con mucho cuidado de no despertarlo. Ella solo no quería estar sola, sería hasta que se tranquilizara, luego agarraría su bolso y se iría a casa de los Weasley, debía de salir de ahí lo antes posible ya que no podía ni ver a la familia a la cara luego del incidente.

La muerte de Morgana no fue culpa de Casidi, todos excepto Casidi pensaban eso. La pelirroja no podía perdonarse jamás que la chica de rulos, con la sonrisa más grande que ella había visto, haya muerto y mucho menos por un estúpido descuido suyo. Talvez era porque se sentía culpable o porque le recordaba a alguien que tuvo el mismo final, pero Casidi nunca pudo quitar esa imagen de su cabeza.

―Permiso― murmurro la pelirroja, luego de agarrar algunas sábanas y colchas de la cama de Regulus y taparse. En el cuarto de Regulus hacia mucho frío y la pelirroja no entendía porque.

―Cass ¿que haces?― pregunto el chico, quien se había despertado cuando Casidi se empezó a tapar. El de rulos se froto los ojos y luego se sentó para verla mejor, luego de unos segundos la chica siguió su ejemplo y ahora los dos adolescentes se miraban entre sí