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Termino de ordenar mi ropa y me dejo caer sobre la cama con el celular en la mano. Mis ojos empiezan a sentirse pesados, el cansancio del viaje me está ganando, así que decido que lo mejor es dormir un poco.

Despierto confundida, sudando frío, al escuchar la voz de Savas. Está parado al lado de mi cama, con el pelo mojado y solo una toalla cubriéndole las partes bajas.

—¡Fuck! —exclamo, molesta—. ¿Por qué demonios entras a mi habitación?

—Escuché gritos —responde tranquilo—. Llamé a la puerta, pero no contestabas. Estabas hablando dormida y pensé que sería mejor despertarte, parecías bastante inquieta.

—¡Estoy bien! Así que vete y no vuelvas a entrar —le digo furiosa, levantándome de la cama para guiarlo hacia la puerta.

Savas me dedica una sonrisa antes de darse la vuelta y salir.

—No sé si quiero preguntar —comenta Jenna desde la puerta.

—Ni lo intentes. He's a son of a bitch.

—Lo es —admite con una sonrisa, encogiéndose de hombros—, pero es mi primo. ¿Blair no te lo mencionó?

—No —respondo, cortante.

—Bueno, olvídalo. Sabes, necesitas salir a divertirte. Savas, Nik, mi novio y yo vamos a ir a un bar. Deberías venir con nosotros. Trabajamos ahí, pero hoy es nuestro día libre.

Giro la cabeza y veo a Savas ya vestido, con unos jeans negros y una camiseta a juego.

—Vamos, será divertido —insiste Jenna—. Y hay alcohol gratis.

—Está bien —accedo, un poco resignada.

Agarro mi bolso, me retoco el maquillaje y peino mi cabello, que por suerte es lacio y fácil de manejar. Savas coge las llaves y nos hace un gesto para que lo sigamos.

—Vamos.

Bajamos en el ascensor.

—Ahí están Jackson y Nik —dice Jenna señalando.

Jackson es alto, de piel mulata y ojos verdes, y junto a él está una chica hermosa, de ojos color avellana, también mulata, que se parece mucho a él.

—Mira, amor, ella es nuestra nueva compañera de piso —dice Jenna sonriendo.

—Jackson —se presenta él—. Y ella es mi hermana, Nik. Un placer.

—Faith, igualmente.

—Si ya acabaron las presentaciones, ¿podemos irnos? —dice Nik, con tono cortante.

—Vamos —añade Jackson, señalando su auto—. Suban antes de que Nik se ponga más gruñona.

Me subo al asiento trasero junto a Jenna, mientras Jackson conduce durante unos diez minutos hasta llegar al bar Star. Casi todas las mesas están ocupadas, pero Jenna nos guía hasta una libre en el fondo.

—Iré por las bebidas —dice Nik, aún manteniendo su actitud distante.

—¿De dónde eres, Faith? —pregunta Jackson con amabilidad.

—De Nueva Orleans. ¿Tú eres de Bagà, igual que la familia de Blair?

—Sí, todos nos conocemos desde niños.

Nik regresa con las cervezas, sin disimular su molestia.

—La barra está horrible, demasiada gente esperando.

—Bueno, le di la noche libre a tres de mis empleados y esta mañana Gabriel renunció. ¿Faith, no te interesaría trabajar aquí?

—Me encantaría ver eso —se burla Savas.

Before I hate youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora